Desde que inició la pandemia de la COVID-19 Twitter decidió eliminar todos los contenidos engañosos o falsos y marcar con una etiqueta la información poco fiable sobre el coronavirus.
Oficialmente Twitter ha comunicado que ya está marcando con etiquetas todos aquellos tuits que considere contengan mensajes engañosos sobre la vacuna y procesos de vacunación contra el coronavirus, y cuando identifica contenido “directamente dañino” procede a eliminarlo automáticamente.
Desde marzo del 2020 cuando se inició el primer confinamiento a nivel mundial, esta red social ha clasificado y filtrado la información que identifica como relativamente grave o engañosa sobre el coronavirus, y en marzo del 2021 ha incluido en esta misma política todo lo concerniente a la vacuna contra la COVID-19.
Según Twitter en su blog oficial, la etiqueta que se colgará a los tuits engañosos indicará que ese contenido es potencialmente falso y enlazará información acerca de por qué las autoridades sanitarias han determinado que las vacunas que han sido aprobadas sí son seguras.
Con el fin de confirmar si la información de los tuits con posible información dañina, Twitter utilizará un mix de técnicas, es decir tanto inteligencia artificial sumada a la revisión humana para poder determinar si es contenido potencialmente dañino e información falsa. En principio esto lo realizará solo en contenidos en inglés, y posteriormente lo procederá a realizar en otros idiomas.
Twitter señaló que están implementando un sistema de penalizaciones para todos aquellos usuarios que procedan a compartir información falsa que pueda confundir o desinformar sobre el tema de la vacunación contra el coronavirus.
Así, tras la primera vez, recibirán la alerta de la etiqueta en el tuit, pero no habrá sanción. Tras la segunda y la tercera, la cuenta será bloqueada por 12 horas; tras la cuarta, el bloqueo durará siete días; y tras la quinta, la cuenta será suspendida de forma permanente.
Por su parte Facebook, competencia de Twitter, desde inicios de febrero censura directamente cualquier información que se pueda considerar falsa sobre vacunas, y prohíbe todo aquello que haya sido desmentido por las autoridades sanitarias.
De esta manera se lucha contra contenidos que desinforman como los que afirman que las vacunas no son efectivas, que son peligrosas, tóxicas, o causan efectos secundarios graves como por ejemplo autismo.