Hablamos de compras por Internet, las plataformas, las webs, cuánto compramos….pero, ¿cómo pagamos?
Estamos acostumbrados a asociar nuestra tarjeta a las compras online siempre con una cuenta de banco, pero hay otras formas más seguras e igual de eficientes.
Hablamos de la “Pesetacoin”. La nueva moneda virtual nació a principios de año a manos de unos Granadinos y es ahora cuando nos la presentan de manera oficial. Esta moneda, aunque no se pueda tocar, es igual de válida que el dinero convencional en Internet.
¿Cómo se consigue?
Las monedas virtuales se consiguen adquiriéndolas en casas de cambio al igual que cualquier otra moneda “real”.
Otro método de conseguirlas es minándolas en la que miles de personas pueden participar y obtener recompensas tras resolver problemas o bloques de trabajo a través de tu ordenador.
La “Pesetacoin” vale 1 peseta tal y como advierte su nombre, pero espera aumentar su valor ya que países como China o Rusia ya la están produciendo. Su producción tiene un límite diario y a nivel mundial.
¿Son seguras?
Existe un monedero frío o Wallet protegido contra hackers o cualquier otra persona que no sea su propietario en el que puedes hacer ingresos y retiradas de tus “Pesetacoins”.
Esta moneda se construyó en base al sistema Scrypt de litecoin, para que fuera fácil minarlas desde casa, para cualquier usuario y también comprarlas.
Se producen diariamente unas 270.000 monedas virtuales de “Pesetacoin” y se espera llegar a los 166.386.000 dividiendo las recompensas año a año.
Como bienvenida se ha creado un billete conmemorativo físico de edición limitada y que se puede conseguir a través de la Web de los creadores. En su creación se han invertido 165 horas de trabajo por cada cara. El diseñador Miguel Ángel de Santiago ha querido incluir la cara del Rey Felipe VI y referencias a la UE, además de un código QR personalizable.
En la otra cara se pueden encontrar referencias a Granada y Motril (sede de la compañía) además de la cara del Cardenal Belluga, caracteres chinos, el número 888 y varias buenaventuras.
María C.
