El uso de teléfono móvil se ha convertido en omnipresente en nuestra sociedad. Además los teléfonos móviles se han convertido en una suerte de multiusos: con él hablamos por teléfono, nos conectamos a internet y a las redes sociales, escribimos y recibimos correos electrónicos y nos divertimos con juegos.
Si hasta ahora estaba vedado el uso de teléfonos móviles, mientras los aviones se encontraban en vuelo ahora la Unión Europea permitirá el uso de redes WIFI en vuelos comerciales sobre espacio aéreo europeo. La idea es que el avión se convierta en una antena WIFI de la cual se “colgarían” todos los teléfonos que tuviesen capacidad de conexión WIFI. Así se podría conectar a internet desde el avión.
Una empresa española, Sistel Networks es pionera en el desarrollo de ese tipo de tecnología para vuelos comerciales. Lo que ha creado esta empresa española es un ecosistema LTE (Long Term Evolution) que permitirá que los usuarios de los vuelos que así lo deseen puedan tener cobertura de telefónica y de datos – internet – en el propio vuelo conectándose a la red WIFI del avión.
Finalmente, cuando estamos hablando de LTE, lo estamos haciendo de 4G. Ese tipo de conexión lo que permite es trasiego de datos a grandes velocidades. Con un estándar 4G se puede, por ejemplo, mantener una videoconferencia con un teléfono móvil con una persona que esté en otro continente siempre que se utilice la misma tecnología o gestionar desde un terminal el comercio electrónico de un sitio web de B2B.
La última versión del estándar, la 9, permite llevar el 4G a espacios masificados donde hay muchas personas utilizándola. Para poder lograrlo se ha estandarizado también el uso de femtoceldas que realizan las mismas funciones que un router WIFI, esto es, distribuir la señal desde estaciones de muy baja potencia. Con esto, las redes sociales acaban de aterrizar en los vuelos comerciales, permitiendo conexiones en tiempo real.
Sistel Networks ha tenido que adaptar la tecnología que se utilizan en WIFI doméstico y corporativo a un avión, lo que supone tener que trabajar bajo la hipótesis de tener que dar llegado el caso servicio de WIFI a los 300 pasajeros que viajan en el vuelo. Otro problema que se ha tenido que solucionar desde la empresa valenciana es que un avión viaja a más de 1.000 kilómetros por hora y a esa velocidad tienen que conectarse al satélite. Comercializar el nuevo sistema ya es solo cuestión de realizar un buen marketing del sistema.