Los usuarios de las redes sociales abusamos de los hashtags en detrimento de los mensajes. Así lo ha demostrado un informe elaborado por la compañía Locowise que, tras el estudio, ha concluido que se debería incluir más calidad en los mensajes y menos hashtags.
El informe ha analizado más de 735.000 mensajes en dos de las webs 2.0 en las que las etiquetas gozan de mayor predicamento, Twitter e Instagram, durante 3 meses.
Las conclusiones muestran que si los hashtags no se administran con moderación y astucia, el texto no suma sino que resta.
Las cantidades que recomiendan los analistas son muy bajas y simples: una etiqueta para el servicio de microblogging y tres para la plataforma de fotografías.
En las redes sociales los usuarios ignoran estos consejos pero es en Instagram donde no se sigue esta norma ni de lejos.
Para realizar el estudio, los expertos revisaron 1.500 cuentas activas en Instagram, de las que procedían más de 135.000 mensajes destinados a 300 millones de seguidores aproximadamente. La tasa de participación más elevada en este espacio se dio en las imágenes o vídeos acompañados de textos con tres etiquetas. La mitad incluye cuatro o más hashtags.
En Twitter, de los 60 millones de followers, se rastrearon casi 600.000 tuits publicados de los 1.300 perfiles seleccionados.
La situación difería de la descrita para Instagram: seis de cada diez intervenciones en Twitter se difundieron sin etiquetas y solo el 4,75% tenía más de tres hashtags.
En esta red social los caracteres están limitados a 140, lo que muchas veces suele impedir la acumulación de los hashtags. Pero no esto no es negativo: los profesionales recuerdan que no hay etiqueta que pueda competir con el contenido provechoso, útil o interesante.
En resumen, hay que huir de los aditamentos irrelevantes y vacíos, si bien hay que tener en cuenta que una referencia puede ayudar al público a entender rápidamente cuál es el tema del tuit y puede mejorar las búsquedas de los usuarios.