Desde el nacimiento de la publicidad, aparejado a la Revolución Industrial del s.XVIII, hasta el consumo masivo de medios del s.XX hay un largo camino que la publicidad ha recorrido.
Es en estos últimos años del s.XX, después de las dos grandes guerras, en el que hay una gran y progresiva profesionalización de las agencias de medios, más diversidad de medios y más especializados y un público cada día más acostumbrado a la publicidad. Todo ello contribuye a que sean las grandes compañías con grandes presupuestos los principales, y casi únicos actores en el panorama publicitario global y sean sus campañas las que mayor repercusión, notoriedad e impacto tienen para el gran público. La situación llegó a tal punto que uno de los grandes publicistas patrios se pronunciara sobre este punto.
“El mayor defecto de la publicidad actual es que hay demasiada”, (Bassat, 1993)
De este modo, los pequeños anunciantes se ven relegados y obligados a pequeños espacios publicitarios, poca cobertura y grandes dificultades para segmentar e impactar en su público objetivo por difícil estudio del hábito de su target y la baja calidad de sus anuncios, creando un problema para estas pequeñas empresas.
“Si no eres una marca, serás una mercancía”, (Kotler).
Hace menos años de lo que parece, todos recordamos usar las páginas amarillas para buscar un pequeño negocio de una categoría en particular y después llamar desde nuestro teléfono fijo o anotarlo, para después llamar desde una cabina, incluso buscar la dirección en el callejero y aprendernos el camino casi de memoria para acudir al establecimiento. Sin embargo, esta práctica ha cambiado en los últimos años con la aparición de internet, los buscadores y el posicionamiento local.
Es este posicionamiento local el que puede ayudar a esas pequeñas empresas que antes se anunciaban en las Páginas Amarillas y que hoy tienen su lugar en internet. Este nuevo medio permite medir todos los movimientos de su target, no necesita de presupuestos millonarios para alcanzar una gran cobertura y además proporciona campañas de una calidad similar a la de los grandes anunciantes. Estas pequeñas y medianas empresas o incluso autónomos conocen perfectamente su producto, tienen un gran trato personal y directo con su público, pero tienen grandes dificultades para manejar las herramientas y procesos necesarios como para hacer un buena estrategia de marketing y potenciar su posicionamiento y por tanto sus ventas.
“Si no puedes anunciarte a ti mismo, ¿qué esperanza tienes de anunciar cualquier otra cosa?”. (Ogilvy)
Actualmente, una de las mejores oportunidades que da el marketing digital a estas empresas a la hora de captar clientes es el posicionamiento en buscadores, el geo posicionamiento y una buena estrategia en redes sociales y todo ello con presupuestos asequibles independientemente del tamaño de la empresa. Por todo esto, las empresas y negocios deben mejorar su presencia en internet adaptando su negocio y su publicidad a un mundo cambiante para así llevar sus productos o servicios a sus potenciales clientes donde quieran que estén.