Para comenzar es pertinente tomar en cuenta los siguientes antecedentes de Ecuador:
En la última década (de 2007 a 2017), el Ecuador estuvo gobernado por el economista Rafael Correa Delgado. Él llegó a la Presidencia dándose a conocer como una figura política nueva, relativamente joven y sin ningún historial o afinidad con ninguno de los partidos políticos tradicionales que, hasta ese entonces, tenían presencia en el país.
Su candidatura y posterior Gobierno, fue auspiciado por el Movimiento Político Alianza PAIS, fundado por él y otros líderes de diferentes agrupaciones sociales. Defendían como línea ideológica el denominado Socialismo del Siglo XXI1.
Durante estos 10 años, el expresidente Correa utilizó un discurso confrontativo, cerrado al consenso, deslegitimando a todo grupo o adversario político que criticara su gestión o a alguno de sus colaboradores. Además, se centraba en defender las acciones de su Gobierno y en posicionarse a sí mismo como la autoridad que más ha trabajado por el país, desconociendo cualquier aporte de anteriores administraciones.
Rafael Correa ganó las elecciones presidenciales de Ecuador en tres ocasiones: 2006, 2009 y 2013. En esta última contienda fue electo para un período que concluyó el 24 de mayo de 2017. Gracias a una enmienda a la Constitución, que fue aprobada en la Asamblea Nacional por los legisladores de su movimiento político, Correa tenía la posibilidad de volver a ser candidato presidencial pero él decidió no participar y en su lugar, Alianza PAIS postuló a Lenín Moreno Garcés.
Moreno comenzó su vida político-partidista en los años setenta. Sin embargo, fue en 2006 y junto a Rafael Correa, que conformaron el binomio ganador de la elección presidencial de ese año. Moreno, quien a causa de un accidente es parapléjico, se constituyó en la primera persona con discapacidad física en ostentar el cargo de vicepresidente y lo ejerció desde 2007 hasta 2013. Ese año y de forma pública, discrepó con la intención de Correa de volver a candidatizarse. Dijo que prefería dar paso a nuevas figuras políticas y al dejar sus funciones fue nombrado Enviado Especial de la Organización Naciones Unidas (ONU) para la Discapacidad y Accesibilidad. Cumplió esta labor hasta 2017, en que ganó las elecciones presidenciales.
Durante todos esos años, Moreno fue directivo del movimiento Alianza PAIS y si bien en varias ocasiones mostró diferencias de criterio con Rafael Correa, jamás entró en confrontación directa con él, tampoco puso en duda su apoyo al Gobierno y aun en las temáticas y decisiones más polémicas, continuó respaldando al entonces presidente.
Bajo estos antecedentes, Lenín Moreno llegó al poder. No obstante, desde el día mismo de su posesión, dejó marcadas profundas diferencias con su predecesor, pese a que ambos provienen de un mismo movimiento político y en teoría, defienden las mismas tesis. De hecho, los dirigentes de Alianza PAIS esperaban que Moreno dé continuidad a la forma de gobernar implantada durante la década de Correa. Pero esto no ha sido así.
Ecuador está presenciando la construcción de una figura política que, de haber estado en segundo plano, pasa ahora a ser el líder de primera fila y dentro de todas las implicaciones político-comunicacionales que esto genera, este trabajo se centrará en el discurso.