A través de las técnicas metodológicas empleadas y con los resultados derivados de su aplicación hemos alcanzado los objetivos marcados y hemos dado respuesta a las hipótesis planteadas.
Si bien podíamos intuir una determinada dinámica de los políticos y partidos políticos presentes en Twitch a la hora de desarrollar sus transmisiones en directo, tal y como nos indicaba la literatura y tal y como lo plasmamos en nuestras hipótesis de investigación, la principal conclusión a extraer es que el comportamiento en Twitch es totalmente opuesto entre los streamings tradicionales de la plataforma y los streamings políticos. Los elementos presentes en las transmisiones tradicionales de los streamers más populares de la plataforma y los gamers no solo no están presentes en las transmisiones de los políticos y partidos políticos analizados, sino que ni siquiera entran dentro de la estrategia que muchos de ellos tienen para este canal social, como hemos extraído de nuestras entrevistas. Por otro lado, también en esta línea, podría suceder que los streamers políticos no tengan en consideración estos elementos y no los apliquen en sus transmisiones pero que el viewer o potencial viewer de ese contenido en Twitch si espere del streaming que contenga esos elementos o algunos de ellos, sin embargo, streamers y viewers están en consonancia.
En cuanto a estos elementos que hemos comentado, típicos en las transmisiones de Twitch, mediante la observación descubrimos no solo que ninguno de los políticos o partidos políticos de nuestra muestra presentan la conjunción de todos los elementos seleccionados, sino que tan solo dos de ellos presentan alguno de los elementos, el caso de Omar Anguita, quien tiene presente en sus transmisiones los elementos de la silla gamer y el del espacio de transmisión íntimo y personalizado, lo que suponen dos de los elementos, y Àurea Rodríguez, quien realizó su transmisión mientras jugaba a un videojuego. Esta puesta en práctica de nuestra primera herramienta metodológica ya supuso la primera confirmación de que la puesta en escena de las transmisiones en directo de políticos y partidos políticos no busca reproducir los elementos clásicos de la plataforma. Con ello, rechazábamos nuestra primera hipótesis y concluimos que las transmisiones políticas en Twitch no comparten los elementos de las transmisiones tipo de la plataforma.
Una vez conocidos los elementos que los políticos y partidos políticos presentes en Twitch habían puesto en práctica, era relevante conocer las estrategias que tienen para este canal social y qué diferencia esa estrategia de la que poseen para otros canales. Nuestra premisa de partida, y así se plasmó en nuestras hipótesis, era que los políticos y partidos políticos presentes en Twitch tenían, efectivamente, una estrategia diferenciada y concreta, pero a través de las entrevistas realizadas a algunos de estos políticos y partidos políticos, los resultados obtenidos dirigían a una resolución diferente, ya que dos de los cuatro entrevistados tan solo empleaban Twitch para hacer un uso homogéneo al de otras redes de las que disponen. Todos los entrevistados estaban de acuerdo en el potencial de Twitch y afirmaban estar a la expectativa de cómo se desarrolla, pero por el momento no hay una mayoría de políticos y partidos políticos en Twitch con una estrategia propia para esta plataforma, por lo que podemos inferir a partir de nuestra muestra entrevistada.
Como comentábamos previamente, esta emancipación de las transmisiones políticas en Twitch con respecto a las transmisiones tipo de la plataforma y los elementos que la conforman, también se ve correspondido por las preferencias del viewer. Si exponíamos que los políticos y partidos políticos no se plantean el uso de videojuegos durante las transmisiones en directo, los viewers tampoco quieren ver al streamer jugando a un videojuego cuando se trata de un streaming político, en contra también de lo que podíamos predecir. Por otro lado, preguntábamos tanto a nuestros entrevistados, como streamers, y a nuestros encuestados, como viewers, si preferían que en las transmisiones se empleara un lenguaje juvenil y adaptado a la comunidad o un lenguaje más accesible y comprensible, a lo que nuestros entrevistados respondieron que son conscientes del público mayoritario presente en Twitch y que emplean un lenguaje juvenil, sin mencionar nada acerca de un lenguaje adaptado a la comunidad que hayan creado en la plataforma, incluyendo en ello la generación de memes y un vocabulario propio con los espectadores a través del chat, al igual que nuestros encuestados, que prefieren un lenguaje comprensible, otro punto que rompe nuestras previsiones de partida por lo encontrado y expuesto en la literatura.
Por otra parte, pretendíamos conocer la influencia de la ideología en el consumo de los streamings políticos y si se puede predecir el consumo de estas transmisiones en base a la autoubicación ideológica del viewer, descubriendo a través de nuestros modelos estadísticos que la ideología no tiene influencia alguna en el consumo de transmisiones por parte de políticos y partidos políticos en Twitch, mientras que sí lo tiene el interés en la política, algo que se puede intuir puesto que quien acceda a una transmisión en directo de contenido político presentará algún tipo de interés en la política. Asimismo, queríamos comprobar si la confluencia ideológica del streamer con el viewer, es decir que compartan la misma ideología, tenía alguna influencia a la hora de elegir las transmisiones a consumir, entre lo que pudimos comprobar que efectivamente había relación pero no en la dirección que esperábamos, puesto que los viewers ubicados en posiciones de derecha tienen más probabilidades de consumir una transmisión de un político o partido político de diferente ideología que la gente en posiciones de izquierdas, aunque menos que los ubicados en posiciones de centro, que presentan niveles muy altos de consumo de políticos de posiciones ideológicas diferentes.
Finalmente, diferenciando el simple consumo de una transmisión política de la participación en esa transmisión, a través del chat por ejemplo, buscábamos los factores que explicarán no tanto esa participación sino la intención y los objetivos que hay detrás de esa participación, por lo que intentamos cotejar la influencia del interés en la política en un objetivo de influencia sobre el político que estuviera realizando la transmisión, en lugar de una mera participación para expresar las opiniones políticas. En este sentido, los resultados obtenidos mostraban que el interés en la política no es relevante como factor explicativo de este fenómeno.
Partíamos de una literatura que nos aportaba las claves de las transmisiones en directo en Twitch, tanto de los streamers y la estética gamer como de la psicológica y motivaciones del viewer para consumir el contenido que la plataforma ofrece, sin embargo hemos comprobado que esos hallazgos no se aplican a la comunicación política en Twitch, partiendo por la estética del espacio desde el que se transmite, pasando por el lenguaje que se emplea llegando hasta las motivaciones que el viewer tiene para consumir ese contenido. Nuestra previsión era la de que políticos, partidos políticos y consumidores de contenido político en Twitch estuvieran de acuerdo en adaptar esa comunicación política a la plataforma y que lo pusieran en práctica, que lo que diferencia a Twitch de las demás redes sociales y ha hecho que tenga éxito se aplicara también al contenido político.
Sin duda Twitch puede ser una herramienta ideal para la comunicación política online, pero parece ser un terreno aún sin abonar por parte de todos los políticos y partidos políticos que forman parte de esa, aún, pequeña comunidad de streamers. A partir de nuestros hallazgos concluimos que streamers y viewers se encuentran en consonancia a la hora de no adaptar del todo la comunicación política a la plataforma y sus elementos tradicionales, sino utilizar la plataforma como un canal que permite la cercanía entre el creador de contenido y el espectador pero sin arriesgar demasiado en acciones que puedan dañar la imagen del político o partido político.
En cualquier caso, consideramos que el potencial de Twitch es extraordinario y que aún queda camino por recorrer para que políticos y partidos políticos encuentren la mejor estrategia para explotar al máximo ese potencial y para que desarrollen un plan específico y adaptado a la idiosincrasia de la plataforma para alcanzar los objetivos que se marquen.