Las redes sociales son negocios multimillonarios, con cientos filiales en todo el mundo y miles de empleados, pero eso no los libra de tener fallos.
Hace poco se produjo la “caída” del servidor de Facebook durante aproximadamente 20 minutos. El error le costó a su fundador y consejero Mark Zuckerberg casi medio millón de dólares, teniendo en cuenta que tiene una ganancia de más de 22.000 dólares por minuto.
Twitter tampoco se queda atrás. La compañía irlandesa espera facturar este año alrededor de 1.000 millones de euros. Aunque la filial española sólo ha podido facturar alrededor de medio millón de euros, la sede internacional cuenta con dos sociedades que le permiten desviar los beneficios que genera la publicidad que capta en países como España a paraísos fiscales eludiendo casi por completo tributar por ellos.
La empresa fundada en 2006 como red social para adolescentes, Tuenti, fue adquirida en julio de 2010 por Telefónica y duplicó sus pérdidas en 2013. En concreto, la empresa fundada por Zaryn Dentzel, registró unas pérdidas de 24 millones de euros en ese año.
En el año 2006 Myspace fue la red social más visitada en el mundo, pero en 2008 fue sobrepasada por Facebook. Desde entonces, el rediseño de la página no ha ayudado a su constante declive. En 2011, la estrella de pop Justin Timberlake y Specific Media la compraron.
No todos los grandes genios de internet están orgullosos de sus creaciones. El último ejemplo de arrepentimiento es el Ethan Zuckerman, el creador del pop-up, una de las aportaciones más desquiciantes de internet. Él mismo se disculpó públicamente con estas palabras “Lo siento. Nuestras intenciones eran buenas”.
Han pasado 20 años desde que Joe McCambley creó los banners. Fue la primera vez que Internet tuvo que adaptarse a la publicidad. No orgulloso de ello, creó una agencia de publicidad a la que anima a la gente a no usar el banner.