Parece ser que el tan esperado fin del roaming tiene lagunas que deberían solventarse antes de que se cumpla el 15 de junio de 2017.
Tal y como se había anunciado, el cambio se producirá de forma gradual: los pluses por itinerancia bajarán el 30 de abril de 2016 con límites de 0.05 € por minuto para las llamadas salientes, 0.02 € por mensaje de texto y 0.05 € por mega de uso de Internet móvil.
Sin embargo, las operadoras podrían cobrar tasas si se sobrepasa el límite de consumo y podrían, además, cobrar un plus de roaming a los clientes para evitar que los precios domésticos se disparen.
De continuarse con estas medidas, el recargo por uso del móvil en el extranjero no sería definitivo, ya que las compañías cobrarían alguna tasa.
Según Save The Internet, la neutralidad en Internet se define como el principio que establece que “todo el tráfico de Internet tiene que ser tratado por igual, sin discriminación, restricción o interferencia, independientemente del remitente, el receptor, el tipo, el contenido, el dispositivo, servicio o aplicación”.
Sin embargo, la Unión Europea divide Internet en dos vías y permite que los “servicios especializados que necesiten mejor calidad” puedan recibir un trato de favor en las conexiones de los proveedores de Internet.
Compañías como Wordpress.com, Netflix, Reddit, Tumblr, Vimeo o Kickstarter, y personalidades como Tim Berners Lee (creador de la World Wide Web), solicitaron la aprobación de una serie de enmiendas que aclaraban la redacción vaga del texto y protegían la neutralidad de la red.
Dichas enmiendas no se han aprobado y las operadoras continúan discriminando entre tipos de tráfico, además de no haberse establecido que tal distinción no debía ser por causa económica. El potencial innovador de la red podría morir si se llevasen a cabo estas prácticas anticompetitivas y monopolísticas.
Ahora que el texto de la red neutral ha sido aprobado sin enmiendas, toca esperar a ver cómo interpretan las lagunas los organismos reguladores nacionales.