Seguro que en más de una ocasión te has reído por “quedar bien” y que en más de una ocasión has escuchado aquello de “qué risa más falsa”. Pues si tener un amigo observador ya es una faena para algunos, la inteligencia artificial puede convertirse en un auténtico enemigo, ya que es capaz de descifrar e interpretar las emociones mediante el análisis facial, y ya son muchos quienes apuestan por esta tecnología.
Aunque a algunas personas este avance tecnológico pueda resultarles preocupante, la realidad es que posee funcionalidades muy útiles en el campo de la comunicación, el marketing y la publicidad, y las empresas tecnológicas prevén que será todo un éxito.
Mark Zuckerberg ya anunció durante el Mobile World Congress de Barcelona que Facebook estaba invirtiendo fuertemente en el desarrollo de la Inteligencia Artificial, y a principios de año saltaron las alarmas con informaciones que apuntaban que Apple estaba negociando la compra de Emotient, unastartup basada en tecnología de analítica facial avanzada.
En España, la startup Emotion Research LAB ha creado un sistema de interpretación de datos de eye tracking y facial coding, basado en la grabación de microexpresiones, que incluye un complejo algoritmo matemático y que ya está siendo aplicado en áreas de marketing y publicidad para contribuir a mejorar las acciones de comercialización basándose en la respuesta del target, pero también en comunicación política con el fin de interpretar la veracidad de los mensajes.
Por si había alguna duda de que la cara es el espejo del alma, su fiabilidad, aseguran los expertos, es del 97%. Pero tranquilos, siempre podemos hacernos con unas gafas que evitan el reconocimiento facial, aunque eso sí, quizá sea un tanto sospechoso.