Todos conocemos las innumerables ventajas de las nuevas tecnologías, pero también ha conseguido que prestemos menos atención y dependamos demasiado de ella.
Las tabletas, móviles, ordenadores….todos estos elementos de las últimas décadas han conseguido un nivel de necesidad que se nos haría imposible la vida si nos privaran de ello.
Por ejemplo el uso de la calculadora. Hace unos años pensábamos de cabeza cualquier cálculo sencillo, ahora la utilizamos para cualquier suma, multiplicación o división que cualquier niño haría sin problemas.
Atrás quedaron los días en que contabas con los dedos de la mano o usabas un papel.
El corrector ortográfico también se ha vuelto indispensable, la mayoría lo usa habitualmente y muchos olvidan cómo escribir las palabras. Si lleva “h”, si se escribe con “v”…
¿Recuerdas los números de teléfono? Hace un par de décadas todos sabían los teléfonos de sus padres, amigos, abuelos o familiares, ahora somos incapaces de recordar hasta el nuestro.
Gracias a la memoria de los móviles hemos dejado de recordar estas cosas, pero ¿qué pasaría si un día necesitas llamar y no tienes batería?
El uso de la enciclopedia era habitual tanto en casa como en clase, buscar sobre personajes influyentes, palabras o acontecimientos era fácil. Ahora buscas en Internet y te da la respuesta en fracciones de segundo.
Quizá si hoy tuvieras que abrir un libro para buscar cualquier cosa te desesperarías y quizá no lo encontrarías.
Hablar por las redes sociales o la mensajería instantánea te acerca al resto de la humanidad. Es fácil decir lo que piensas e incluso puedes tomarte tu tiempo.
Sin embargo, esa confianza y valentía se pierde cara a cara. Hasta los enamorados que se dicen de todo por escrito les cuesta expresarse cuando se miran a los ojos.
¡Deja de mirar el móvil, estamos en la mesa! Seguro que todos lo hemos oído alguna vez. Las reuniones familiares o sociales ya no son lo mismo.
Sólo las personas más mayores que no saben o se niegan a utilizar las nuevas tecnologías advierten lo enganchados que estamos a éstas.
Si sales de casa sin el móvil parece que te falta algo, pero, ¿recuerdas aquellos días en que no existían y sobrevivías sin problemas?