Este Trabajo de Fin de Máster fue una investigación realizada por el alumno Juan Nicólas Vigo Pineda (Máster en Comunicación Política y Empresarial – Promoción 2017/2018) y basó su estudio en el marketing y comunicación política.
“El Perú es un caso clásico de un país profundamente afectado por una corrupción administrativa, política, sistemática, tanto en su pasado lejano como en el más reciente”. (Quiroz, 2013: 39). Las palabras de Jorge Quiroz, sin duda representan un diagnóstico certero la corrupción en el Perú. La corrupción ha penetrado en todos los estratos sociales desde los inicios de su vida como nación. Sin embargo, la corrupción en muchos casos, ha sido promovida por los presidentes peruanos. Quienes han logrado, en muchos periodos, institucionalizarla para usarla con fines económicos y políticos.
En la actualidad se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía. Una encuesta publicada por el diario El Comercio, en abril de 2018, realizada por Ipsos, muestra que la corrupción es el principal problema del país en la actualidad: un 57% de entrevistados lo considera así. Y según el Índice de Percepciones de Corrupción de Transparencia Internacional (TI) 2017 el Perú ocupa el puesto 96 entre 180 países.
Pese a todo, hasta hace poco, existía poca información sobre este tema. En muchos casos, porque la prensa de la época estaba amordazada, comprada, o simplemente, porque la información sobre los casos de corrupción era escaza. Sin embargo, a fines del S. XX e inicios del S. XXI, el desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICS), la aparición de internet y la globalización han hecho que “el conocimiento público del escándalo por corrupción y los juicios que la sociedad formula a su respecto están mediatizados” (Martínez Gallego, 2013, p. 104).
Dentro de ese crecimiento de las TICS, la expansión de los medios de comunicación y los beneficios de la globalización en la posmodernidad, el periodismo digital juega un rol protagónico en la democratización de la información. Gracias a él, las personas del mundo entero, están informados, en tiempo real, minuto a minuto, de lo que sucede.
Además, los lectores digitales, ya no son meros consumidores, sino se han convertido en prosumidores de la información que reciben, interactúan con ella.