Durante los siguientes apartados vamos a desarrollar en profundidad en que consiste la economía colaborativa y los tipos de transacciones que se desarrollan en la sociedad de consumo.
La economía colaborativa está basada en la interacciones bienes o servicios entre personas. De esta manera no será necesario realizar ningún desembolso para comprar algún bien que solo se va a utilizar en una o dos ocasiones.
Como afirma en su libro, A.Canigueral, “un taladro sólo tiene de vida útil 12 min en total y un coche está aparcado el 95% del tiempo” (2014,p 23).
Entonces, si estos bienes no se utilizan el tiempo que es debido, ¿por qué debemos realizar una inversión para poseer uno de ellos?. Esta es una de las preguntas que responde la economía colaborativa.
“La economía colaborativa consiste en una oleada de negocios que se sirven de internet para poner en contacto a clientes con proveedores de servicios con el de realizar transacciones en el mundo real” (Slee,2016, p 13).
Como podemos ver esta nueva situación del mercado está muy influenciada por las nuevas tecnologías. La sociedad se encuentra en contacto en todo momento ya sea con las redes sociales, internet o foros, esto hace que sea mucho más fácil poner en conocimiento tanto la necesidad como la solución propuesta para ella.
También la Comisión nacional del mercado y la competencia, ha querido definir la economía colaborativa como: “un modelo dónde los consumidores tratan de obtener un valor monetario a partir de bienes infrautilizados. La economía colaborativa se apoya habitualmente en la potencia de internet y suele ofrecer el disfrute de un bien en régimen de alquiler” (CNMC,2014).
Bulchand y Melián (2016) definen la economía colaborativa como la venta, intercambio o cesión de productos o servicios, principalmente por parte de individuos, mediante plataformas tecnológicas en línea que permiten la conexión y gestión de la relación entre los proveedores y los consumidores.
Por nuestra parte, podemos definir la economía colaborativa, como la acción de compartir, vender, alquilar o intercambiar bienes o servicios entre los individuos de la sociedad, sin tener en cuenta a ningún agente empresarial y tomando un contacto a través de las nuevas tecnologías.
Los objetivos de este TFM fueron:
Análisis de la influencia de los usuarios y el entrono que forman las economías colaborativas, por medio de las investigaciones que se van a desarrollar en base a la tecnología, la edad y la reputación digital.
Descubrir cuál son las preocupaciones de los usuarios y los motivos por los que las personas no quieren formar parte de esta red y si tiene relación con las preguntas que hemos planteado.
Las conclusiones que se han obtenido a lo largo del proceso de investigación han sido las siguientes:
Las economías colaborativas, tanto las plataformas como los usuarios están ligados al desarrollo de las nuevas tecnologías. Por los resultados obtenidos en las encuestas y entrevistas, además podemos afirmar que cuanto mayor sea el desarrollo de las tecnologías mayor será la red de plataformas colaborativas que podamos encontrar en el mercado. De esta manera podemos corroborar la primera pregunta de la investigación planteada.
La reputación digital es uno de los factores que más influyen en la elección de una plataforma colaborativa. Como hemos visto esta reputación se basa en la confianza, permitiendo a los usuarios obtener un breve resumen de las personas con la que van a realizar el acuerdo. Aunque creemos que el primer gancho para comenzar a formar parte de la economía colaborativa es el ahorro, creemos que el factor más determinante es la reputación digital, ya que sin esa confianza que se trasmite, no se podría realizar ninguna transacción. De esta manera podemos afirmas que la segunda cuestión planteada es acertada.
Tras los datos arrojados, podemos confirmar que la gran mayoría de los usuarios de plataformas colaborativas son jóvenes, aunque hay un porcentaje de personas de alta edad. Tanto en las entrevistas como en el estudio de campo, hemos podido analizar datos similares. Las personas mayores no acceden a las redes colaborativas por falta de conocimiento o de uso de las tecnologías. De esta forma podemos afirmar que la tercera variable de la investigación es correcta, ya que la edad no es un factor excluyente, ese factor excluyente es la falta de conocimiento de las nuevas tecnologías y plataformas sociales.