Si hace unos años nos hubieran preguntado cómo nos gusta realizar nuestras compras o cómo recabamos información sobre un producto que nos pueda interesar, las posibilidades que tendríamos en mente serían escasas, o por lo menos no tan variadas como podemos tener hoy en día. Internet y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han revolucionado los conceptos de compra, mercado, comercio y búsqueda de información, de maneras que no éramos capaces de imaginar hace unos años.
Tradicionalmente, las marcas se han diferenciado de su competencia por los precios que ofrecían, el surtido de productos que superaba en variedad, calidad o unicidad o encontrarse en una localización más beneficiosa que sus competidores. Pero estas barreras se han ido debilitando por la aparición de Internet y las TIC, que nos permite acceder a productos sin limitaciones geográficas o temporales, situación a la que marcas, empresas y comercios se han tenido que adaptar siguiendo la clásica expresión de “renovarse o morir”. Hoy en día, quien no cuenta con una presencia online y/o con una diferenciación muy marcada respecto a su competencia, está condenado a acabar desapareciendo. (…)
El objetivo principal de este trabajo es realizar una investigación exploratoria de las conductas de webrooming y
BOPS en la población española en relación a los hábitos de compra y la experiencia de compra en la tienda física. Para llevar a cabo este objetivo, se plantean los siguientes objetivos específicos:
1- Entender el origen, características y el contexto del crecimiento del webrooming y del BOPS.
2- Conocer si los usuarios españoles utilizan el webrooming y el BOPS y cuál es el que más se utiliza.
3- Explorar si una buena o mala experiencia en tienda física tiene alguna relación con el uso del webrooming.
Partiendo de la información obtenida del análisis de los resultados, podemos extraer múltiples conclusiones relacionadas con las conductas de consumo online y offline y el uso del webrooming y el BOPS.
En primer lugar, respecto al objetivo específico 1, el cual hace referencia al estado de la cuestión de la investigación, podemos concluir que el webrooming y el BOPS son dos combinaciones de canales offline y online bastante presentes en nuestra cultura de consumo, aunque no siempre el individuo combine los canales de manera consciente o con el propósito de hacerlo.
Las marcas son conscientes de que la proliferación de canales de comunicación con el cliente es una realidad y de que a medida que se desarrolle la tecnología, contaremos con una mayor cantidad y variedad de canales. Por ello, deben sacarle partido a las posibilidades que se presentan.
La multicanalidad permite a las marcas crear experiencias de compra únicas para cada cliente y la creación de nuevas relaciones entre marca y consumidor. Una correcta gestión de estos canales proporciona a una marca un control muy amplio sobre su entorno físico y digital sin precedentes, y, al igual que las personas se adaptan a un mundo mucho más digital, las empresas deben hacerlo a la misma velocidad.
En segundo lugar, hemos encontrado datos de gran interés en cuanto al perfil de usuario, tanto en lo relativo al género como a la edad. Las preguntas sociodemográficas nos dicen que no existe una diferencia significativa en cuanto a género a la hora de practicar webrooming y BOPS, lo cual coincide con el perfil del consumidor online español que previamente hemos observado en el Estudio Anual eCommerce 2020 de IAB.