Que una campaña se apoye en redes sociales no la hace automáticamente exitosa. Desde la campaña de Obama en las elecciones de 2008, campañas de todo el mundo han tratado de replicar su éxito. Esto se debe a que las redes sociales son una potente plataforma de comunicación, pero su uso no constituye un éxito inmediato. Al igual que un megáfono en una plaza concurrida, si el mensaje que transmitimos no genera ningún tipo de emoción o conexión quedaríamos hablando al vacío.
El éxito de la campaña de VOX en las elecciones andaluzas se debe en gran parte a mensaje que comunicaban. Cierto es que estilo de comunicación contribuyó a generar atención, pero fueron sus temas los que captaron simpatizantes. Personas descontentas con la situación nacional o los partidos políticos nacionales hallaron en Abascal y Smith los líderes del momento.
Las redes sociales sirvieron para masificar su mensaje. VOX en su discurso apeló a la nostalgia del pasado nacional, utilizó una premisa nacional como centro focal de su campaña, España. Andalucía por España fue el eslogan de la campaña.
VOX buscó darle voz a un descontento de una parte importante de la población española. Se trataba de un descontento huérfano y satanizado por los medios de comunicación, la otra gran parte de la opinión pública y los defensores de lo políticamente correcto. Estos votantes descontentos vieron reflejadas sus críticas a la situación nacional en este discurso y las hicieron públicas apoyando a VOX.
Nótese que la agrupación política a mediados de la campaña empezó a darle mayor importancia al hashtag #EspañaViva. Esta etiqueta acompañó al 36,96% de todos los tweets realizados por la cuenta principal del partido, mientras que #AndalucíaporEspaña solo estuvo en el 10,32% de todos los tweets realizados. VOX actuó en clave nacional.
Aparte de contar con un mensaje eficaz, VOX supo aprovechar su situación de nuevo jugador en el campo. Así, se distanció en cada oportunidad que tenía de su competencia inmediata. No bastando con ello, les etiquetó. La derechita cobarde, y la veleta naranja son los apodos que más utilizó para referirse al Partido Popular y Ciudadanos.27 Con esto, se diferenció claramente y atrajo simpatizantes descontentos de estos partidos.