El fenómeno populista ha estado presente en las sociedades del mundo desde años atrás y se ha convertido en algo característico dentro de la política latinoamericana. Esto puede verse plasmado en sistemas democráticos, principalmente en aquellos países en donde las instituciones tienden a ser débiles y en donde se atraviesan crisis de carácter político, económico o social. Un país que no garantiza estabilidad a sus habitantes, en donde persisten las desigualdades y los bajos niveles de calidad de vida, provoca que los ciudadanos generen un rechazo ante el sistema político en el que se encuentran.
Bajo estas circunstancias se forma un caldo de cultivo que se presta para que el populismo pueda permear por medio del surgimiento de líderes demagogos que apelan a la situación actual y a las técnicas discursivas para llegar al poder. Una sociedad en donde reina la corrupción, la inseguridad y sobre todo la necesidad de una calidad de vida digna tiende a caer fácilmente bajo la figura de un caudillo, quien se presenta como el líder del cambio. Cuando esto sucede, la política de un país tiende a caer en el personalismo y deja a un lado a las instituciones y a los partidos políticos, aspectos que a largo plazo influyen de manera directa en la calidad democrática de un Estado. Al permear el populismo en una sociedad, puede llegar acompañado con un toque autoritario que conforme trasciende llega a degenerar el sistema existente y sus instituciones. Un ejemplo de esto fue el caso de Hugo Chávez en Venezuela y el de Evo Morales en Bolivia.
Actualmente Centroamérica se encuentra en un momento democráticamente frágil, principalmente el bloque conocido como Triángulo Norte que se refiere a Guatemala, El Salvador y Honduras. Teniendo a Nicaragua tan cerca atravesando un momento crítico bajo la dictadura de Daniel Ortega, es importante analizar qué le depara al resto de la región y cómo el populismo puede jugar un papel importante dentro de este proceso. Nayib Bukele, presidente de El Salvador desde junio de 2019, se ha convertido en una figura controversial en la región. Por medio de su discurso y acciones, se ha caracterizado por ser un político que sale de lo convencional y que ha impactado tanto a nivel nacional como internacional. Sus actuaciones y su manera de comunicar pueden llegar a ser determinantes para la región, principalmente si se puede identificar una tendencia populista.
El objetivo principal de esta investigación es determinar si las tácticas discursivas del discurso político de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, durante los hitos seleccionados entre septiembre de 2019 y septiembre de 2021 pueden categorizarse como populistas. Para ello se han determinado tres objetivos específicos, el primero recopilar discursos, entrevistas y tuits de Nayib Bukele durante los hitos seleccionados para este estudio. Segundo, analizar la forma de comunicar de Nayib Bukele por medio de un análisis de contenido de base interpretativa y tercero valorar si en el análisis de discurso se pueden identificar características populistas.
El objetivo de esta investigación era responder a la pregunta de ¿se puede identificar una tendencia populista en el lenguaje utilizado por Nayib Bukele en los hitos políticos seleccionados entre septiembre de 2019 y septiembre de 2021? Se indagó en los textos seleccionados para intentar descifrar las tácticas discursivas empleadas con Bukele y analizar si podían considerarse como populistas. La hipótesis planteada fue que durante los hitos políticos seleccionados se puede identificar una tendencia populista en el lenguaje utilizado por Nayib Bukele que apela a las emociones, se basa en el personalismo y busca polarizar la opinión pública. Tras analizar los resultados plasmados por Atlas.ti en la codificación de los discursos y el análisis de sentimiento, se concluyó que el lenguaje empleado por Nayib Bukele cumple con las características mencionadas en el marco teórico y con la definición de populismo establecida para este trabajo.
Por lo que, tras el patrón encontrado y los resultados presentados se puede confirmar que el discurso de Nayib Bukele es de carácter populista, lo que lleva a validarla hipótesis planteada. La base del discurso de Bukele es instrumentalizar la idea de pueblo y luego emplear el personalismo para generar un vínculo directo con la población. Busca situarse como uno más del pueblo, pero a su vez se impone como figura máxima de poder. Establece resta narrativa le brindó una base sólida para emplear un discurso que apelara a las emociones de los ciudadanos. Esta base en el discursó se desarrolló gracias al contexto en el que se encontraba el país, ya que el hecho que los ciudadanos se encontraran insatisfechos con el sistema y con su situación actual de vida, le abrió el espacio para posicionarse como “el salvador del pueblo”.
Estos dos puntos mencionados, son el inicio del perfecto caldo de cultivo para que el populismo pueda cobrar vida en una sociedad y el hecho que salieran a relucir dentro del análisis nos muestra una tendencia populista clara. Luego de establecer esta base, la cual trajo consigo tres elementos que son claves para el proceso populista, se pudo concluir que Bukele utiliza como táctica el respaldar sus acciones tanto en Dios como en el pueblo y esta estrategia le permite apelar a las emociones y alejar el pensamiento crítico de los ciudadanos. Esto se ve plasmado especialmente en momentos de tensión, en donde sus acciones no fueron aprobadas por la comunidad internacional y por la oposición tras ser categorizadas como autoritarias.
Utilizar la religión y a Dios como respaldo de manera continua termina por ser una forma de manipulación y una herramienta para llegar a la población. Posiciona a Dios como la única autoridad por encima de él y a la vez como un aliado en todas las acciones que realiza. Este discurso termina por permear en una sociedad conservadora, tal y como lo es la salvadoreña, y le brinda una mayor cercanía con la población.
Como siguiente elemento, en su discurso Bukele emplea un constante ataque hacia la oposición en donde busca promover la polarización y crear un ambiente de descontento ante el cual luego presenta una solución. Este es otro elemento clave dentro del discurso populista. Dentro de este proceso, emplea también el miedo como arma política para promover el caos en la sociedad y que tras esto las personas sean más manipulables y se dejen llevar por sus sentimientos.
Demonizar a la oposición y a su vez promover el rechazo y la confrontación, crea un ambiente de necesidad en donde las personas buscan ser protegidas por el líder y Bukele se beneficia de este contexto. Por medio de lo encontrado en el análisis se pudo concluir que existe una tendencia clara de rechazo a la oposición, desagrado a los límites constitucionales y que se busca continuamente alejar los sistemas de rendición de cuentas.
Estas tres características tienden a encontrarse dentro de un movimiento populista y tras llevar a cabo esta investigación se puede confirmar que estas se vieron plasmadas dentro de los hitos seleccionados. Asimismo, se pudo concluir que hay una evolución en su forma de comunicar, ya que con el tiempo su discurso tiende a convertirse en más negativo. Apeló a generar un ambiente de confrontación y miedo, el cual puede ser un arma política efectiva pero a su vez peligrosa para la sociedad.
Conforme evoluciona la línea de tiempo seleccionada para este estudio, se pudo ver un lenguaje más hostil y negativo de su parte y a su vez acciones con tendencias autoritarias. Dentro del análisis de discurso se hallaron distintas estrategias discursivas que apuntan al populismo, pero en específico se logró confirmar en distintas ocasiones la hipótesis planteada. Se confirma que el discurso de Nayib Bukele apela a las emociones como herramienta principal para manipular a la población.
Por medio de este aspecto instrumentaliza la idea de pueblo para crear un vínculo directo entre él y los ciudadanos y a su vez, emplea un discurso que plasma en su mayoría sentimientos negativos para generar un ambiente de caos que le favorezca. Todo esto con el objetivo de que las personas se dejen llevar por sus sentimientos y dejen a un lado la razón. Cuando las personas se ven en una situación de amenaza buscan soluciones y buscan un salvador y emplear esta táctica lleva a que Bukele pueda posicionarse como esa figura que el país necesita.
Se acepta que el discurso de Nayib Bukele se basa en el personalismo, ya que se posiciona como la figura principal y como se mencionaba anteriormente, busca establecerse como el “salvador del pueblo”. En el análisis se reflejó la exaltación de ideales personales, en donde se hizo alusión a que su rol como presidente estaba por encima de las instituciones y de su propio partido. El personalismo se implantó como la base del discurso de Bukele, de la mano de la instrumentalización del concepto de pueblo y esto le dio un cimiento sólido para luego continuar construyendo su narrativa.
Por último, se confirma que el discurso de Bukele busca polarizar a la opinión pública, lo cual logró tras demonizar a la oposición tanto nacional como internacional y promover un ambiente de tensión en donde se benefició del contexto de inconformidad en el que se encontraban los ciudadanos. El rechazo hacia el sistema por parte de la población, creó el caldo de cultivo perfecto para que el discurso populista de Bukele pudiera permear en la sociedad. Al verse las personas en un estado de necesidad, tienden a ser más manipulables y susceptibles, por lo que crear esta rivalidad entre pueblo y oposición se logró gracias al contexto y a las estrategias discursivas.