El comercio global se expande con rapidez, internet y las herramientas digitales han facilitado enormemente este intercambio de mercancías y de conocimiento. La globalización como tal también presenta desventajas, sobre todo para los países con menos industria y poca competitividad, por lo cual también existe una corriente proteccionista que se hace notar de vez en cuando. En Ecuador, la última ocasión en que el proteccionismo limitó de manera categórica la posibilidad de los ciudadanos de adquirir bienes importados ocurrió entre los años 2015 al 2017, cuando se gravaron sobretasas arancelarias de hasta un 45% sobre el valor en aduana de la mercancía a cerca de 28000 subpartidas, lo cual, no solo trajo dificultades para el entendimiento del país con sus socios comerciales, sino un efecto contraproducente sobre su propia economía (Sierra & Vinueza, Impacto de la politica comercial ecuatoriana en el comercio intrarregional de la comunidad andina periodo 2013-2018, 2020). En España, paradójicamente, la situación es aún más grave, pues en 2017 la región de Cataluña vivió un referéndum democrático y se proclamó una república independiente del Reino de España, que, a pesar de no haber tenido éxito, si dejo estragos en la economía tanto de esta región como de toda España, entre los cuales se señalan la huida de empresas, de fondos de inversión y de instituciones bancarias, la merma del comercio con el resto de España, la corrupción, el empleo, entre otras. (Brunet, 2022)
Por las consecuencias tan graves que puede llegar a tener las políticas proteccionistas, la imposición de barreras al comercio exterior, y la geopolítica de desintegración, es importante conocer la opinión que merece de los ciudadanos de las capitales de estos países, un fenómeno tan global como las tiendas en línea y el comercio electrónico en general, puesto que desde pequeños comerciantes que usan estos canales de distribución para ofertar sus productos, hasta gigantes como Amazon que movilizan mercancías de todo el mundo al menudeo, los comercios de la web están ansiosos de captar más cuota de mercado, en detrimento del comercio tradicional, lo cual ya ha mostrado consecuencias desde que se empezó a popularizar en el mundo y con los años traerá muchas más, pero el grado en que esto afecte a cada país y el tiempo que tarde en hacerlo, dependerá de los hábitos de consumo de sus habitantes.
España y Ecuador son dos países con realidades macroeconómicas distintas, a pesar de tener el mismo idioma y ciertas similitudes culturales, muchas formas de actuar serán diferentes para un residente de España que para un residente de Ecuador. El nivel de ingresos, la edad de la población, el tamaño y forma de la urbe, el tipo de vivienda que ocupa la mayor parte de la población, la confianza en la justicia y la seguridad son cosas que varían mucho, y gran parte de ello se debe a que España pertenece al grupo de países renta alta, mientras que Ecuador pertenece al grupo de países de renta media alta (Banco Mundial , 2020). Sin embargo, ¿serán estas diferencias suficientes para que se tenga una diferencia considerable en los hábitos de consumo de la población? ¿Será el mercado español mucho más abierto a la transformación digital del comercio, mientras que a Ecuador le cueste esto más? Conocer la respuesta a estas interrogantes podría dar luces a empresas tanto españolas como ecuatorianas que quieran internacionalizarse, puesto que deben conocer que tan diferentes es la cultura de su mercado objetivo, y saber si las estrategias que se están planteando tendrán éxito. En un mundo globalizado, es evidente que tarde o temprano los hábitos de consumo que adoptan los norteamericanos termina afectando a sus similares europeos, y de igual manera, a sus similares sudamericanos, pero más allá de ello conocer en la actualidad cuanto de esta tendencia mundial a la digitalización se ha posicionado en el pensamiento del consumidor español y ecuatoriano es un dato que además podría servir de comparativa entre el mercado del sur de Europa y los mercados andinos.
Objetivo General
O.G Identificar el impacto que ha tenido el comercio electrónico en la evolución de las empresas en Ecuador y en España.
Objetivos Específicos
O.E.1 Evidenciar las causas de las similitudes y diferencias de la evolución del comercio electrónico en ambos países.
O.E.2 Encontrar las consecuencias que puede tener en la evolución de las economías de estos países de continuar por la misma tendencia.
O.E.3 Presentar propuestas respecto al incentivo al uso de las plataformas digitales para el comercio, lo que puede aprender Ecuador de la experiencia española en la implementación de esta modalidad.
Se puede concluir que, en Ecuador por las razones ya expuestas acerca del clima de inseguridad en transacciones y vulnerabilidad a las estafas vuelve complicado el panorama del desarrollo del comercio electrónico en Ecuador, y eso también explica porque no tuvo un crecimiento tan fuerte a raíz del Covid-19 como si lo tuvo en España. Las lecciones que nos puede dejar el repaso por estos últimos años en materia de comercio electrónico de ambos países mediante fuentes documentales que se hizo en el presente documento son:
- La legislación de España, que pertenece al fuerte y desarrollado sistema de protección de derechos europeo, el cual es considerado más garantista que el de otros países desarrollados como Estados Unidos, le da a los residentes de este país el ambiente de seguridad necesario para que el comercio electrónico no solo sea una alternativa al comercio tradicional, sino que se incruste en su cultura y se desarrolle ampliamente contribuyendo a la digitalización del país, lo cual vuelve a sus empresas altamente competitivas ya que los hace competir y comercializar con empresas de todo del mundo, principalmente de los mayores exportadores a nivel mundial que son China, y su socio comunitario Alemania. Vemos como es el caso de la fuerte competencia que le presenta ahora SHEIN a ZARA, para lo cual esta última empresa, una de las más fuertes en la industria textil y de la moda a nivel global, se vuelve cada vez más innovadora y competitiva a fin de mantenerse y expandirse en el mercado europeo y global, siendo este solo un ejemplo de muchos.
- La falta de garantías, tanto en la legislación como en el propio sistema judicial de Ecuador, hacen que este país se quede atrás en el tema del desarrollo del comercio electrónico, y por tanto también de la digitalización ya que es la demanda de este el principal promotor de un servicio de internet rápido y seguro. Son las empresas internacionales las mejor valoradas por los consumidores ecuatorianos, lo cual tiene como consecuencia que sean estas las que se apoderen del aún débil consumo que hay en el país, dejando fuera a las empresas locales que ven con esto impedido su desarrollo. Pero incluso así, el consumo por medio de comercio electrónico es aún bastante reducido, el consumidor ecuatoriano promedio apenas compra un aproximado al 17% de lo que lo hace el promedio español. Lo cual explica como fenómenos como el confinamiento vivido hace poco tiempo no le ayudaron a despegar.
- El sector del comercio electrónico creció ampliamente en España mientras en Ecuador solo fue visto como una solución temporal, no todo es responsabilidad del estado. Las empresas privadas ecuatorianas, principalmente supermercados, tuvieron una gran oportunidad para innovar y cautivar al mercado nacional con su servicio a domicilio, algo que evidentemente no hicieron y esto como sumo aportó al establecimiento de empresas internacionales de reparto a domicilio como Uber y Pedidos Ya. Las MiPymes tampoco lograron convencer al consumidor, y es así como vemos que, en ciudades pequeñas, donde no se encuentran presentes estas empresas internacionales, vieron un rápido auge y caída de empresas de reparto a domicilio, los cuales una vez terminado el confinamiento desaparecieron o decrecieron en gran medida.
- El problema de la falta de empleo podría encontrar solución en este nuevo medio de globalización, algo en lo que no difieren España y Ecuador es que en ambos países son las MiPymes las que generan la gran mayoría de los puestos de trabajo. En España estas principalmente están enfocadas en el consumo local, pero en Ecuador, al no existir un alto poder adquisitivo por parte de los residentes, el comercio electrónico podría abrir las puertas de productos y servicios ofertados por MiPymes hacia el mundo, pero para ello se requerirá una gran inversión de capital a fin de conseguir un aparato logístico adecuado, un marketing digital capaz de cautivar a consumidores globales, y para ello también será necesario incentivar el aprovechamiento de talento humano formado en universidades y centros de educación superior de Ecuador y del extranjero.