El fenómeno “Poder Cuencano” tomó por sorpresa a una gran parte de la sociedad: partidos políticos, medios de comunicación, investigadores. Desde que el 21 de febrero Pedro Palacios hiciera su primera aparición relevante mediática, en el debate que lo impulsó en su carrera política. Por ello, se considera que el presente trabajo investigativo de fin de Máster supone un aporte al conocimiento de las estrategias comunicativas en redes sociales del origen político.
La hipótesis número uno plantea que los candidatos escogen a Facebook y Twitter como plataforma política y para compartir contenido buscando provocar tendencias políticas. Si, y este hecho responde fundamentalmente a que Pedro Palacios, que llegó a la Alcaldía a través de un partido minoritario y de reciente creación entonces, utilizó de manera eficaz las redes sociales en general en particular Facebook, como su principal instrumento con mayor peso dentro de la estrategia de comunicación electoral de la campaña. Al no poder competir con las empresas electorales y empapelar las casas y calles con propaganda.
Este hecho de relevancia política nos demuestra el poder de las plataformas digitales abriéndonos nuevos horizontes hacia la comunicación política virtual: el futuro de las elecciones será a través de campañas virtuales. Las campañas virtuales tienen menor coste de producción y un mayor rango de alcance con un mínimo de presupuesto económico del partido.
Es claro y evidente que ambos candidatos al tener la certeza de triunfos pasados, se confiaron es su discurso cargados de información política trivial y empobrecida. Antes era más fácil para los políticos ocultar escándalos, y vender una promesa de campaña poco realista, pero ahora en pleno siglo XXI es mucho más complicado, todo contenido se viraliza en cuestión de segundos, afirmando la hipótesis número dos de este trabajo de investigación. Si existe riesgos en el uso de las redes sociales en campañas electorales por las fake news, siempre y cuando no se haya elaborado un manual de crisis, si el político no estuvo previamente preparado para la crisis lo más seguro es que la crisis le cueste la campaña. Es por ello que al planificar una estrategia política de campaña es fundamental preparar el manual de manejo de crisis tanto digitales como físicas.
Los tres candidatos que estaban entre los favoritos y no llegaron a la victoria fue porque no le dieron la importancia que debía al manejo de los escándalos públicos y políticos, que, si luego reaccionaron y convocaron a una rueda de prensa, ésta no tendrá el mismo alcance mediático que un material multimedia viralizado en cuestión de segundos. La cibercomunicación ciudadana se enteró de cada uno de los “pecados políticos” y su pago fue el llamado voto de castigo y, en función del momento político, se aplica con mayor o menor acritud. La memoria colectiva en estas elecciones a algunos candidatos les jugó en contra, los comentarios en redes haciendo referencia a situaciones del pasado, con el objetivo de evidenciar las malas decisiones y los alcances de estas medidas implementadas por su gobierno. Fueron otro de los “incendios” mediáticos que no planificaron resolver con brevedad.
En muchos países el voto de castigo ha sido lo determinante para derrocar mayorías, en algunos casos esto envuelve al país o a la ciudad en una administración nefasta pues por “castigar” al político saliente, dejan pasar a uno peor.
En el contexto tan envenenado que se llevó a cabo las elecciones seccionales de marzo de 2019, la mayoría buscaba una nueva figura pública, fresca y que les brinde la seguridad que los salientes no dejaron. Previo a campañas electorales se debe estudiar al público que va a sufragar; como puede haber el voto del castigo, el voto que se buscará apoyar al menos malo, también los ciudadanos sabrán juzgar la experiencia del que desea el cargo, es por eso que todo caso es singular y único que con anticipación debe ser estudiado y analizado para poder formar alianzas con partidos nuevos o antiguos, con candidatos nuevos o afianzarse en gente preparada, con experiencia en la administración pública y a la vez con una integridad intachable.
Las redes sociales es una de las más grandes herramientas a emplear en una campaña si se la sabe usar. Las redes posibilitan el vínculo entre gran cantidad de personas porque tienen intereses en común o causas en común en el ámbito mediático y al político. Esta magnífica herramienta permite desarrollar, intercambiar y compartir información libre e inmediatamente. La interacción es la clave del éxito dentro de una campaña en las redes sociales, sin feedback se está condenado al fracaso.