Fútbol y política, son dos actividades a priori muy diferentes entre sí, sin embargo, a lo largo de la historia se evidenciaron muchos casos en que se ha utilizado el deporte con fines y beneficios políticos, pero el fútbol no es solo eso, con el paso de los años, el pasó de ser el deporte que más pasión, emoción y gente atrae para convertirse en la empresa que más dinero mueve en todo el planeta. “El fútbol es el deporte más popular del mundo, con la participación superior a 265 millones de personas” (Lazarus, 2013).
Entonces, tras analizar los resultados de esta investigación, se puede concluir que efectivamente, existieron varios directivos de BSC de Ecuador que utilizaron al equipo de fútbol como herramienta de comunicación política, el principal motivo es por su popularidad, en esta investigación la frase más pronunciada fue “Barcelona es una marca social, un fenómeno social”. Es decir, este equipo guayaquileño tiene a sus espaldas millones de hinchas y seguidores, motivo por el cual los directivos deportivos ingresan al club con la intención de que esas mismas personas sean las que voten por ellos en unas elecciones.
Se comprobó que existe una evidente relación entre BSC y el acceso a un cargo político, es decir, existe una relación entre el equipo de fútbol ecuatoriano y el acceso a cargos públicos, razones hay muchas, la principal y la que engloba toda la relación es la gran cantidad de seguidores que tiene el equipo de fútbol, la popularidad que otorga el club da el reconocimiento social para aspirar y en algunos casos lograr el cargo político.
Después de todo el análisis del presente trabajo académico, se puede identificar varios nombres de dirigentes deportivos que utilizaron la popularidad y acogida social de BSC con el único fin de obtener mayor cantidad de votantes. Los principales citados por los especialistas fueron los presidentes del equipo ecuatoriano Isidro Romero, Galo Roggiero, Jaime Nebot, Miguel Palacios, Leonardo Bohrer, Eduardo Maruri, Alfonso Harb, Antonio y Luis Noboa, Carlos Luis Morales, Heinz Moeller todos han sido PSC o del ex Prian. León Febres Cordero, les dio el terreno para la construcción del estadio y varias contribuciones económicas.
Hasta llegar a la dirigencia “En buenas manos” con José Francisco Cevallos que obviamente era parte del proyecto político correísta de Alianza País. Tantos nombres y tan reconocidos se da porque los gobiernos de turno ven a la institución como una plataforma para fines electorales, pero para que dichos dirigentes se puedan consolidar como políticos deben haber tenido éxitos deportivos que los respalden, sino los propios seguidores de BSC se encargan de que ese candidato no tenga un espacio político.
Un equipo de fútbol tan reconocido puede convertirse en una marca política, más no un movimiento o partido político, por todas las connotaciones sociales, políticas y económicas que genera Barcelona, lo convierten en un fenómeno social que forja muchos votos a la hora de elecciones, es decir, la gran popularidad y acogida social que tiene el equipo en Ecuador, hace que los directivos lo utilicen como catapulta y una buena herramienta de comunicación política, para lograr acceder a cargos públicos.
El deporte, en particular, el fútbol te da a conocer, te saca del anonimato, pero solo si fuiste un ganador o si trascendiste. El pueblo siente que debe “agradecerte” dándote su voto y te conviertes en imán de votos y eso explotan los partidos políticos. Por ello se considerará que el pertenecer a un equipo de fútbol es una buena vía si en el futuro quieres acceder a la política. Otra de las razones más mencionadas por parte de los entrevistados fue que te conviertes en imagen pública, y en el medio ecuatoriano, el factor de mayor influencia al momento de elegir un representante político es en esencia el posicionamiento del individuo, mas no sus capacidades de gestionar, dicho posicionamiento es clave porque gira en torno a lo afectivo y lo pasional que genera el fútbol. En fin, el fútbol y en este caso BSC en particular, es visto por los directivos deportivos como un camino idóneo para llegar a cargos políticos, por este motivo, lo utilizan como una perfecta herramienta de comunicación y estrategia política llegando a una gran masa popular que te reconocerá por pertenecer a un club popular, pero solo apoyará tu candidatura si obtuviste buenos resultados en tu labor como directivo. El fútbol atrae, genera y forma grandes emociones haciendo que la sociedad se acople a dichos sentimientos y los adopte como propios.