Tras los atentados de París, el afán por informar primero tuvo una serie de errores, quizá por desconocimiento, que se hicieron virales instantáneamente y tardaron en corregirse.
El descontrol por algo tan imprevisto llegó a todos los ámbitos incluidos los medios de comunicación, pero como no podía ser de otra manera, las redes sociales fueron las protagonistas, sobre todo Twitter.
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La foto falsa de la sala Bataclán fue la primera. Un usuario de Twitter subió una supuesta foto de la sala Bataclán a rebosar antes de la masacre.
Un montón de gente, incluidos periodistas y medios, la retuitearon para angustia de los presentes. Sin embargo, la foto corresponde a una sala distinta en Dublín. Se aclaró rápidamente aunque la viralidad siguió su camino.
En la mañana del sábado saltó a la luz la más espeluznante, la de una de las salidas de la sala de fiestas en medio del caos, con los cadáveres y otros tantos heridos huyendo despavoridos.
El homenaje de la Torre Eiffel a las víctimas también fue erróneo. Al comenzar la madrugada, no fueron pocos los que empezaron a compartir imágenes de la Torre Eiffel apagada, emocionados, ante tal gesto de respeto a las víctimas.
Lo cierto es que la Torre Eiffel se apaga todas las noches a la 1:00. No la apagaron como protesta.
Lo mismo le pasó al principio al Empire State Building, si bien es cierto que otros muchos edificios por todo el mundo se sumaron a las condolencias con los colores de la bandera francesa como, por ejemplo, el World Trade Center en un triste flashback hacia los atentados del 11S.
“Posible revancha tras los atentados de París”, rezaba el título de un incendio en Calais. Pero las fotos eran antiguas y el incidente tuvo origen eléctrico sin lamentarse ni víctimas mortales, ni heridos, ni ningún tipo de daño personal.
Otro ejemplo es la viñeta desafiante atribuida a Charlie Hebdo tras el atentado que tardó más en propagarse, donde se podía leer: “Amigos del mundo, gracias por vuestro #prayforParis, pero ¡no necesitamos más religión! Nuestra fe va hacia la música! besos! vida! champagne y gozo! #Parisisaboutlife”.
La viñeta no es de Charlie Hebdo sino de un conocido dibujante francés que dejó de trabajar para ese medio de comunicación hacía 10 años.