Teniendo en cuenta el objetivo principal de la investigación, que se basa en verificar si está cambiando el marketing de influencia tradicional y hasta qué punto, la conclusión más clara que sacamos es que este tipo de marketing se ha ido modificando poco a poco y adaptándose a un nuevo tipo de consumidor. Tal y como se ha mencionado en el marco teórico, con la llegada de los medios sociales y la web 2.0. llegó un nuevo consumidor, mucho más independiente, el cual es capaz de decidir por sí mismo lo que quiere, cómo y cuándo. Como se ha podido ver a raíz de toda la investigación, el éxito de un influencer se mide a través de su ratio de engagement, o lo que es lo mismo, la capacidad que tienen para crear una relación sólida con sus seguidores, el grado de fidelización por parte de éstos.
Los influencers que conocíamos hasta ahora, definidos a lo largo de la investigación como macroinfluencers, ya no están obteniendo los mismos datos de engagement que hace unos años, por lo que las empresas se están viendo obligadas a evolucionar y modificar sus campañas contratando a un nuevo tipo de influencer. Los microinfluencers, poco a poco, están desbancando a los influencers tradicionales. Esto se debe a una falta de credibilidad por parte de los macroinfluencers, derivada de varios factores.
Por un lado, debido a la falsa creencia de asociar mayor cantidad de seguidores con una mayor tasa de engagement, los influencers con más seguidores son los más cotizados por las marcas, lo que desencadena un exceso de colaboraciones por parte de los mismos. El hecho de que un influencer esté continuamente enseñando productos en sus fotografías genera la desconfianza de sus seguidores acerca de que el influencer realmente use la totalidad de esos productos. Con esto se quiere concluir que no por tener un mayor alcance debido a un número de seguidores mayor se influye más.
Los microinfluencers con muchos menos seguidores generan mucho más engagement y obtienen una mayor interacción por parte de estos. La conclusión que se ha podido obtener acerca de esto es que se debe a que, al tener un número de seguidores reducido, se trata de personas más cercanas, como podrían ser nuestros amigos, familiares o conocidos. Es decir, no viven del oficio de las redes sociales, es algo complementario. Los microinfluencers están considerados como personas objetivas y sinceras, las cuales no se dejan condicionar por las marcas si no que únicamente colaboran con aquellas que realmente les gustan y usan. Estos factores son los que hacen que un usuario empatice con el influencer y en consecuencia sea más fiel a sus publicaciones.
A los usuarios no les importa ver publicidad en Instagram, lo que les molesta es que esta publicidad sea muy explícita y agresiva. En el mes de marzo @claudiagibello (42k) y @ninauc (798k) publicaron en sus perfiles colaboraciones con la misma marca. Entre las dos publicaciones obtuvieron tan solo una diferencia de 1019 likes, mientras que su diferencia de seguidores es de 756.000 usuarios. Y es que mientras que @ninauc tan solo mostraba el producto y datos sobre él, @claudiagibello intentó dirigirse al usuario y realizar una fotografía más natural, para que el usuario no sienta que le están vendiendo un producto, si no que se lo están recomendando por sus buenas características, que al final es de lo que trata la figura del influencer.
En conclusión, las empresas definitivamente deberían empezar a incluir cada vez más a microinfluencers en sus campañas, y no solo porque generen más engagement, sino que son muchas más las ventajas que les aportan. Por un lado, es importante mencionar el factor económico, ya que el coste de contratar a un microinfluencer es mucho menor que el de contratar a un macro. En vez de invertir el presupuesto destinado a estas campañas en un solo macroinfluencer, pueden emplearlo en varios micro, y así conseguir el mismo alcance, pero con un mejor resultado de engagement, ya que llegarían a una audiencia mucha más comprometida. Además, al contratar un macroinfluencer te arriesgas a que tu producto sea visto por personas que no están interesadas en el sector al que pertenece, mientras que, con los micro, al tener un nicho más concreto, es más probable que los seguidores a los que llegue estén interesados en él.
En resumen, una buena campaña de influencia debería de contar con ambos tipos de influencers, macros y micros, ya que mediante los primeros se consigue un gran alcance y se da a conocer la marca, y mediante los segundos, se consigue mejorar la imagen de esta campaña y aumentar sus ventas.