El universo del antivirus

Los correos que contienen virus existen desde que existe Internet. Hay decenas de programas que los detectan, borran o bloquean para evitar que nuestros dispositivos se dañen.

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Pero cuando estos antivirus no son suficientes, las empresas recurren a la mano de obra humana. Actualmente, se emplean enormes contingentes de informáticos especializados en rastrear y etiquetar los nuevos virus en miles de emails. En pleno siglo XXI, la caza del nuevo virus sigue requiriendo la labor de artesanos.

Uno de los mayores laboratorios es la empresa Tren Micro en Manila, Filipinas. El recinto ocupa la extensión de Madrid capital y alberga 11 millones de habitantes en 1.700 barrios suturados por autopistas de dos pisos que apenas dan abasto con el tráfico.

Los trabajadores se turnan para dar servicio a todo el mundo, día y noche. Se desempeñan en jornadas de 13 horas, día sí y día no. Manejan hasta tres equipos informáticos por persona. Y, sin embargo, sus caras no traslucen la menor muestra de estrés o insatisfacción.

El software bloquea 6.000 millones de amenazas por día, automáticamente. El resto recae en estos informáticos. Evalúan el peligro y la rareza del nuevo software maligno; lo etiquetan y lo remiten a los expertos que, a corto o medio plazo, darán con su cura y la incluirán en la siguiente actualización de los antivirus.

Solo el spam y el spearphising (estratagemas para acceder a los datos confidenciales) protagonizan a diario entre 3.000 y 5.000 de los emails que analiza uno de los subequipos. 150 personas biopsian los archivos adjuntos sospechosos.

Trend Micro colabora con la Guardia Civil, y, en el ámbito internacional, con Europol e Interpol.

Según las fuerzas de seguridad los cibervillanos se han ido sofisticando creando el llamado malvertising (acrónimo de las palabras malicioso y publicidad en inglés), aprovecha la confianza de los usuarios en sitios legítimos y respetados para hackear la publicidad que aparece en los pop ups, las molestas ventanas emergentes.

También ha aumentado el cibercrimen orientado a niños y el ransomware, que infecta el ordenadorobligando a la víctima a comprar la clave para poder recuperar sus datos.

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