A finales del mes pasado, tras una intensa reunión que duró hasta la madrugada, la Unión Europea ha decidido aprobar el acuerdo que pondrá fin al roaming en junio de 2017.
El acuerdo implica que los ciudadanos europeos podrán usar su móvil cuando viajen por cualquier otro de los 28 Estados miembros sin cargos extra en la tarifa que tengan contratada en su país. Tanto para llamadas como para datos de navegación por Internet.
El acuerdo final, que ha sido promovido bajo la presidencia de Letonia, es menos ambicioso que el anunciado en su momento por la Comisión Europea, que contemplaba el fin del roaming en 2016, al considerar que no tenía sentido en el mercado único.
En conclusión, han decidido como paso intermedio rebajar las tarifas en itinerancia desde abril de 2016, que serán a partir de esa fecha, hasta un 75% más baratas que las actuales.
El otro gran punto del acuerdo, y el que generó mayor conflicto en la fase final de las negociaciones, es el referente a la neutralidad de la red.
El Parlamento apoyaba la garantía de acceso igualitario a la red, mientras que el Consejo pedía una concepción más flexible que daba más margen a las operadoras a la hora de reservar ciertas partes de sus redes para proveer algunos servicios.
En todo caso, las compañías habrán de garantizar la calidad general en el acceso a Internet sin ningún tipo de condicionante.
Cada uno de los parlamentos nacionales lo tratará particularmente aunque el acuerdo ha quedado cerrado.
Parece ser que las quejas con respecto al parón de los acuerdos y las peticiones de los usuarios a través de La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han dado sus frutos.
Si todo sigue adelante sin imprevistos en un par de años disfrutaremos de la red sin sobrecostes en toda la Unión Europea.