Mucho se ha hablado en los últimos tiempos de la adicción a las redes sociales y de la obsesión por estar siempre conectados, especialmente a raíz del uso extendido de los Smartphone, que permiten conexión a internet en cualquier espacio. Pero ¿es realmente preocupante el uso que hacemos los españoles de las redes?
Lo cierto es que el estudio de Redes Sociales publicado por IAB revela que en la actualidad el 81% de los internautas españoles tienen presencia en las redes sociales y que el tiempo promedio de uso semanal ha aumentado a casi tres horas respecto al año 2014, pero hay que tener en cuenta que en ese año no se contabilizaba WhatsApp, que es, según el estudio, la red social más utilizada, a la que los internautas dedican más de 5 horas semanales de media. Aunque sin contar esta red el promedio de uso general en redes disminuiría levemente, lo cierto es que la mayoría de los usuarios de internet confiesan haber aumentado su frecuencia de visita en casi todas las redes sociales, incluidas Facebook o YouTube. También Spotify, la red social de música, tiene éxito entre los españoles, que la utilizan casi 4 horas y media semanales, una hora y cuarto más que el año pasado.
Sin embargo, que haya aumentado el número de visitas no quiere decir que aumente el tiempo invertido en las mismas; de hecho, Facebook ha visto ligeramente reducida su frecuencia de uso, al igual que YouTube, Instagram o Twitter. Precisamente, uno de los factores que influyen en esta constante visita a las redes sociales, pero no permanencia está íntimamente relacionada con la constante actualización de las redes sociales y la obsesión por el “no querer perderse nada”. El máximo exponente lo encontramos en lo se conoce como “síndrome de la vibración fantasma”. Y es que, uno de los factores que más han influido en el crecimiento de uso de redes sociales, sobre todo en lo relativo al envío de mensajes y la interacción, ha sido la presencia de internet móvil, dispositivo a través del que se conecta el 91% de los usuarios.
Aunque el ordenador de sobremesa sigue siendo el dispositivo estrella para el contacto con otras redes de menor uso social, como pueden ser YouTube o Facebook, donde el 71% de los usuarios confiesa que su uso en la red es de simple lectura y no de interactuación mediante la publicación o respuesta a contenidos de terceros. Y lo cierto es que aunque un 85% reconoce seguir a influencers, casi el 50% reconoce que las utiliza para ver qué hacen sus contactos (y en numerosas ocasiones criticar, fenómeno que incluso tiene un nombre: hate-follow. Entonces, ¿adicción a las redes sociales o al cotilleo?
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