Para muchas compañías el grueso de sus estrategias de ventas pasa por el mundo digital. Un escenario donde impera la competencia por ganar espacio en la red y donde las estrategias de marketing digital que garantizan el éxito, pasan por lograr empatía con los consumidores.
En esta búsqueda de fórmulas para fidelizar a sus clientes y captar la atención de nuevos públicos para generar relaciones duraderas en el tiempo, llega la hora del Marketing Emocional, que persigue conseguir que el consumidor no solo adquiera el producto, sino que sienta la marca como suya.
“La emoción es la moneda de la experiencia”; esta es precisamente una de las conclusiones de la Cumbre anual de Adobe, Adobe Summit EMEA- The Digital Marketing Conference, que se celebró recientemente en Las Vegas, Estados Unidos, como punto de encuentro para los vendedores digitales de todo el mundo que buscan transformar su negocio.
Una cita internacional donde ha quedado patente que el presente -y el futuro- del negocio de las marcas, pasa por vender experiencias. En esta nueva era, la comunicación e interacción entre clientes y retailers, ha dado paso a la necesidad de un diálogo con el consumidor, donde el word of mouth Marketing (WOMM) cobra más peso que nunca. Los clientes se han convertido en los mejores prescriptores de las marcas y su influencia es cada vez es mayor. Una oportunidad para las campañas de marketing, que tienden a humanizar una marca, la acercan al cliente y la conectan con sus emociones, creando así un vínculo afectivo, seguramente se traducirán en resultados de compra.
El branding es solo un ejemplo de cómo se pretende llegar al consumidor a través de la generación relaciones afectivas. Pero el concepto de marketing emocional no solamente incluye hacer marca a través de las emociones, sino que también implica la generación de sentimientos en sus productos o hacer la marca visible.
Esto se consigue con la publicidad, que es el punto de contacto con el cliente. Ejemplos de publicidad son: el entorno de retail, el merchandising, el entorno digital o los anuncios en medios de comunicación. Lo ideal es que la creación de una marca y gestión de la misma, que parta desde el branding y se proyecte a través de la publicidad.
En este sentido, para 2017 la tendencia indica que el livestreaming o transmisiones directas y los storytelling, seguirán siendo los métodos predilectos para acercarse a los corazones de los usuarios. Además, las experiencias a través de influenciadores seguirán fomentando la confianza de los clientes.
Y es que, la medición de las emociones y valoración de la experiencia es un nuevo terreno a explorar para miles de compañías. Una herramienta que, para hacernos una idea, sería algo como si las métricas de Google Analytics o de Facebook y Twitter fueran capaces de eliminar las barreras entre lo digital y el mundo real para ofrecer, con nombre y apellido, todos los datos necesarios para perfilar y convencer. Pura magia.
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