En primer lugar y gracias a las preguntas sociodemográficas, obtenemos como conclusión que el perfil mayoritario obtenido a través de los encuestados es el de: individuo residente en España, en la Comunidad de Madrid, con más de 36 años. Estas características no son del todo relevantes para nuestro objetivo, ya que nos interesan más sus hábitos a la hora de comprar en ambos entornos, pero sí que nos ayudan a contextualizar el estudio y hacernos una idea del segmento que en mayor medida nos ha respondido, o lo que es lo mismo, el patrón más repetido.
Más de la mitad de los encuestados compran tanto por necesidad como por disfrute. Una parte muy pequeña lo hace por disfrute. Un porcentaje algo mayor por necesidad.
Los usuarios utilizan la red para asesorarse sobre los productos, más que para comprarlos, algo que es más equitativo en la física, ya que la mitad de las veces que miran un artículo físicamente lo terminan comprando. De hecho, en el entorno online se dan casos en los que nunca compran cuando inicialmente entraron en la web para mirarlo, en el entorno físico no se da, ya que siempre han terminado comprando el artículo una vez visto y tocado en tienda. Es decir, los usuarios compran más en entornos físicos que en online cuando inicialmente van solo a mirar los productos.
lLos viajes son el principal servicio que se consume en la web, frente a la alimentación, que es el más consumido físicamente. Es lógico, ya que un viaje es un bien intangible, por lo que si el consumidor no lo toca, no le influye en su decisión de compra, en cambio, una manzana, por ejemplo, es un bien que prefiere comprar físicamente, ya que puede ver su aspecto y tocarla. Es llamativo el poquísimo porcentaje de personas que compran viajes físicamente.
La ropa es bastante equitativa, ya que en ambos entornos reúne un porcentaje de compra muy similar, siendo el segundo producto más comprado para ambos. También hay que decir que las categorías de productos están mucho más repartidas en el entorno online, es decir, en Internet se compra más de todo que en tienda física, dónde prácticamente la alimentación y la ropa se llevan toda la tarta.
El consumidor es más feliz, se siente más realizado e ilusionado cuando compra físicamente. Solo se siente más eficiente al comprar online. Aunque en ambos entornos, a la respuesta mayoritaria es que no siente nada al realizar la compra, es decir, compra porque necesita hacerlo para adquirir los productos, pero no siente algo específico ni un sentimiento masivo al hacerlo, tal y como se explicaba en la pregunta anterior de la motivación para comprar, en la cual se obtenía como conclusión que se compraba tanto por necesidad como por disfrute, aunque ganaba la necesidad.
El factor más importante para el usuario a la hora de comprar online es el precio, seguido por la facilidad de pago, la comodidad de no tener que desplazarse y la rapidez de llegada del artículo. Los menos importantes son los referidos a la estética del site.
Con todo, se concluye que el consumidor lo que busca ante todo es el precio y la comodidad en ambos entornos, tanto en distancia como en la facilidad de pago. Lo menos importante para él es la imagen del sitio, tanto web como físico, ya que prioriza otros factores como los anteriores.
Lo que más valora del entorno online y que no puede hacer en el entorno físico es la posibilidad de comparar en diferentes tiendas de forma más rápida que físicamente con el objetivo de conseguir el mejor precio (principal factor en ambos entornos), encontrar productos que no puede hacerlo offline debido por ejemplo, a una descatalogación, evitar aglomeraciones y colas o por una urgencia, ya que las tiendas online están 365/24/7.