Es evidente que España como sociedad ha cambiado en los últimos años. La historia deja tras de sí, comportamientos, sueños, deseos anhelos y valores de la colectividad española. Europa por su parte, camina a pasos más adelantados, pero a pesar de ciertos retrasos, el país ha crecido hasta alcanzar el mismo nivel. Situación que ha afectado también al marketing local.
Con la firme idea que los anuncios publicitarios, no son más que un simple y burdo reflejo de las aspiraciones de los compradores, los expertos en el ramo comenzaron, siglos atrás, a mostrar los artículos en venta como objetos de deseo para los ciudadanos. Estos a su vez iniciaron a quererlos con la promesa de una vida mejor. Definición que no desentona en lo más mínimo con otra que nos dice que el Marketing es el espejo de la sociedad misma, así que la publicidad española de hoy, poco tiene que ver con lo que se mostraba 100 años atrás.
Historia
La industria de la publicidad y el Marketing como la conocemos hoy, inició en los años 20. Con un continente devastado tras el paso de la primera Guerra Mundial. Este conflicto orilló a la sociedad de aquellos días a realizar un cambio de mentalidad y el trabajo femenino fue tomado más en serio. El Marketing español tomó este punto como base de trabajo y de allí surgieron los anuncios más memorables sobre artículos dirigidos a las féminas trabajadoras que sacaban adelante a hogares, sin padre, hermanos, tíos o primos.
En esa España post-Gran Guerra, se da el llamado boom del gasto publicitario. Se marca un auge en las agencias de publicidad que trabajaban en base a la compra de espacios en la prensa local. Fue hasta la década de los 30 cuando comenzaron con un servicio más personalizado basado en las expectativas del cliente. Allí si hubo un verdadero avance en base a modernidad publicitaria y hacia finales de la Segunda República, existían más de 200 centros de Marketing en España.
La era online
Los años pasaron y fueron encargándose de mejorar los aspectos de la publicidad. Los temas raciales, sexistas y sobre todo referentes a la dictadura, fueron dando paso a los productos de las marcas más populares. Las agencias españolas de publicidad entonces comenzaron a trabajar en campañas más elaboradas y se fueron aprovechando de todos los medios a su alcance, hasta desembocar en la era online, donde todo se fragua mediante páginas web y servidores de Internet.
Hoy las redes sociales y el Marketing en línea marcan la pauta de trabajo. No existe empresa alguna que se resista a los encantos y bondades de la red mundial de información y es que en este mundo globalizado, parece ser el camino correcto hacia la diversificación de productos y la captación de clientes potenciales.