Confieso que hacía mucho tiempo que estaba deseando volver a ocuparme de Herman Khan y de E. Bruce-Briggs. Y me he dicho a mí mismo: «De hoy no pasa».
Recordemos que estoy escribiendo sobre el libro Things to come. Thinking about the 70’s and 80’s (Las cosas por venir. Pensando sobre los años 70 y 80). El libro apareció nada menos que en 1972. Tiene 272 páginas y da para escribir volúmenes sobre lo que los dos autores abordan. A los responsables de la comunicación institucional les pagamos los contribuyentes para que estudien el futuro, no les pagamos para que se anquilosen.
Entre los cambios que esos dos autores preveían estaba la decadencia de las doce palancas sociales tradicionales. Ellos hablaban del deterioro creciente de llos acicates tradicionales para «puesta a prueba» de la realidad, la integración social y/o el hallazgo de un sentido y una meta.
Para los dos estudiosos del futuro, los doce acicates que han estado presentes en la historia de la Humanidad han sido:
1.-Religión, tradición y autoridad.
2.-Biología y física (por ejemplo, presiones y tensiones del medio ambiente físico, los más trágicos aspectos de la condición humana, etc.).
3: Necesidad de ganarse la vida.
4. Defensa de las fronteras (territorialidad).
5. Defensa de vitales intereses estratégicos y económicos.
6. Defensa de vitales intereses políticos y morales y de la presencia de ánimo.
7. Virtudes «marciales»: deber, patriotismo, coraje, etc…
8. Énfasis viril. Tambén, énfasis femenino.
9. Ética puritana: satisfacciones diferidas; orientación al trabajo, al logro y al progreso; sublimación del deseo sexual, etc.
10. Gran -acaso total- compromiso y/o identificación con el país, el estado y la ciudad, el clan, la aldea, la familia grande, la sociedad secreta y/u otros grupos considerables.
11. Otras sublimaciones y/o represión sexual y estética, así como de la agresividad y otros impulsos instintivos.
12. Otros tabúes, rituales, tótems, mitos, costumbres y carismas irracionales y/o coercitivos.
El deterioro o desaparición de estos acicates en la vida de muchas personas, particularmente de las clases superiores y de la alta clase media, que piensan que están logrando un «seguro de libertad», puede producir un cambio notable hacia 1985. Cabría señalar que nuevos estilos de vida y otras presiones parecen asomar en dichas sociedades y clases sociales, a manera de respuestas a la actual búsqueda de un «sentido y una meta». La cuestión de cómo el hombre ha de justificar su paso por este planeta es uno de los temas más cruciales de este último tercio del siglo XX. Nadie tiene, hasta el momento, la palabra.
Esto es lo que ellos decían hace casi cuarenta años. Creo que ha pasado el suficiente tiempo como para que nos planteemos si tuvieron razón en sus previsiones o si se equivocaron. Y qué es lo que ha ocurrido después de decaer esos acicates y qué está pasando si alguno de ellos no ha perdido fuerza.
Tenemos temas para dar sentido a la comunicación institucional. Es lo que haremos en los próximos meses. Por supuesto, también de comunicación política, comunicación empresarial y Análisis Transaccional, que son las temas que imparto en el máster en comunicación política o máster en marketing político.
Felicísimo Valbuena de la Fuente es Licenciado y Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es Catedrático en la Facultad de Ciencias de la Información.
1 Comentario para La decadencia de las doce palancas sociales tradicionales
Sobaba
diciembre 23rd, 2015 at 7:22 am
Los nacionalismos coutyitnsen un anacronismo, pero pretender crear un estatuto de autonomeda (digno, no tan insolidario como la pustura de Esquerra) no es ninguna bobada: constituye una reivindicacif3n para ser dotado de un mayor poder, tanto econf3mico (lo principal) como poledtico. Ademe1s, una autonomeda con estatuto es me1s independiente del Estado, es ella misma la que se tiene que sacar las castaf1as del fuego, lo cual es muy importante para el progreso. La descentralizacif3n no es ningfan ogro lo que ocurre en Espaf1a es que estamos demasiado acostumbrados al centralismo.De todos modos, se puede llegar a un modelo de federalismo sin necesidad de proclamar derechos histf3ricos, que eso sed que es una bobada