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21 Ago 2013En 2007, el profesor y periodista Juan Luis Galiacho me pidió que prologara su libro Mujeres del gran poder, que editó La Esfera de lo Libros. Era el segundo de una trilogía sobre los ricos españoles, que también editó la misma editorial. El primero había sido Los herederos del gran poder (2006) y el tercero, Matrimonios S.A. (2009). Yo no me acabo de explicar por qué los organismos oficiales subvencionan investigaciones que luego no tienen la menor repercusión social y, sin embargo, no se preocupan por lo que Ronald Havelock denominó La Utilización del conocimiento científico. Havelock sí que supo plantear las cuestiones con profundidad y llegó a ofrecer varios modelos, de los que me voy a ocupar en próximas entradas. Las investigaciones de Galiacho sí tienen una utilidad extraordinaria. Nos ayudan a entender mucho mejor la realidad.
Pues bien, en Mujeres del gran poder, Galiacho se ocupó de Rosalía Mera y del Imperio Zara en 40 páginas (Págs. 66-110).
Juan Luis Galiacho es profesor del máster oficial en comunicación política y máster en marketing político que se imparte en la UCJC, donde da clases sobre la imagen del político en televisión.
¿Qué impresión saqué de ese estudio?
En primer lugar, la excelente documentación que caracterizaba el libro de Galiacho. Es una de sus notas distintivas. Como emplea un estilo que llega a miles de lectores, para muchos resulta inadvertido el gran esfuerzo que supone escribir los libros de periodismo de investigación. Lo que distingue a los libros de Galiacho de muchos otros es que utiliza, a la vez, las que Gustavo Bueno denomina metododologías-alfa y beta operatorias. Al haber cursado Económicas, Galiacho sabe interpretar las estadísticas, es decir, las metodologías-alfa en las que podemos prescindir del sujeto humano. Por eso, sabe cuantificare las riquezas de cada potentado. Y a la vez, cuando se ocupa de los ricos como personas concretas, nos ofrece unos retratos saturados de detalles, que nos permiten interpretarlos como personajes.
De Rosalía Mera destaca su gran originalidad. Parece mentira que, partiendo de un observación aparentemente muy sencilla- los hogares españoles de hace cincuenta años no estaban acondicionados para que las amas de casa no pasaran frío- surgiese el gran impulso que Rosalía y su marido Amancio Ortega, desarrollasen una gran producción de las batas de boatiné y de camisones. También, de patucos que abrigasen a los niños.
El siguiente paso fue pensar que era posible dar la vuelta a las cosas y, en lugar de comprar a los catalanes, que éstos comprasen a la industria de Ortega-Mera. Y así, sucesivamente, ella tenía las iniciativas y él las ponía en marcha y las impulsaba hasta alcanzar proporciones gigantescas. Rosalía Mera ha muerto como la mujer más rica de España y, muy importante, como la más rica del mundo que no debe su fortuna a una herencia recibida.
En la vida del matrimonio Ortega-Mera, y aquí entra la metodología beta-operatoria, surgió «el factor humano». El segundo hijo del matrimonio nace con el síndrome de Down y, pasados unos años, la pareja se separa. Es muy interesante acometer una investigación sobre los matrimonios que se separan por alguna desgracia que no puede atribuirse a ninguno. Por ejemplo, ¿qué ocurre cuando una pareja se separa cuando un niño o una niña nacen muertos? ¿O cuando nace con una patología? No conozco una investigación sobre ese asunto, pero me interesa muchísimo.
En el Prólogo del libro de Galiacho, apliqué de forma muy sintética la teoría tan importante de Eric Berne sobre el Guión de Vida.
Un Guión de Vida es un Plan de vida basado en una decisión tomada en la infancia, reforzado por los padres, justificado por acontecimientos subsiguientes y que culmina en una alternativa elegida.
Mientras trazamos el Guión de Vida en la infancia, podemos construir un Proyecto de Vida consciente, es decir, ser distintos, o muy distintos de como somos. Sólo hacen falta algunas condiciones para que cambiemos. Incluso, el cambio definitivo puede venir en varias fases
Al ocuparme de Rosalía Mera, la mujer de Amancio Prada, escribí lo siguiente: » Se dio cuenta de que se estaba quedando sin saber quién era, a la sombra de su marido. Sólo hizo falta el hecho de que su segundo hijo naciera con una deficiencia mental, para que ella pusiera en marcha su Proyecto de Vida, que está llevando a cabo, aunque quizá el mayor peligro que le acecha es la influencia excesiva que la historia de sus padres está ejerciendo en ella. Hay personas que se creen originales en sus rebeliones, pero en realidad se parecen a las antiguas tarjetas perforadas de los ordenadores. Tanto si se ven de cara o al revés, siguen teniendo los agujeros de la programación en el mismo lugar».
En este punto no puedo ser imparcial. Admiro extraordinariamente a los emprendedores de verdad y detesto a los que no hacen fructificar los talentos con los que vienen a este mundo. Rosalía Mera nació en una familia modesta y, sin embargo, podemos interpretar muy bien su relación con Amancio Ortega teniendo en cuenta los cuatro estilos de comportamiento, de Carl Gustav Jung.
Con sus ideas creativas y su afecto- era una mujer intuitiva y perceptiva- , por una parte, y la capacidad de cálculo y el dinamismo de su marido Amancio Ortega- tiene un estilo reflexivo y dinámico- , lograron crear miles y miles de puestos de trabajo. Es decir, han hecho posible la felicidad de muchas personas. Mientras cuesta trabajo, cada vez más, admirar a un político, hombre o mujer, o a un/ empresario/a de relumbrón, pero sin base, resulta apasionante pensar en cómo funcionan estas parejas que no pueden competir porque coincidan en algún rasgo, sino que se complementan extraordinariamente. El llamado Imperio Zara es de los que más puestos de trabajo ha creado en el mundo.
Separada de su marido, Rosalía Mera ha venido impulsando proyectos humanitarios y empresariales muy importantes. Sólo hay que leer el libro de Galiacho. Quizá, por influencia de sus padres y por su espíritu rebelde, han sido proyectos centrados en Galicia. El/la empresario/a genial son quienes saben desclasarse, dejar de ser provincianos, autonómicos. Nadie es perfecto. ¿Qué más habrá hecho en los pasados seis años, es decir, después de publicar Galiacho su libro?
Por eso, quiero que esta entrada en el Blog sea un homenaje a una mujer que supo llevar vidas felices a miles de personas, que ayudó a traer hijos al mundo a muchas familias, a que sus hijos pudieran estudiar y llegar a ser geniales. ¿Es posible pedir más a la vida? Cuando tanto hablamos ahora de los emprendedores, aquí tenemos un gran ejemplo. Gustavo Bueno afirma que «proyectar es recordar». Pues eso, recordemos la vida de Rósalía Mera y proyectemos futuros beneficiosos para los demás.
Felicísimo Valbuena de la Fuente es Licenciado y Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es Catedrático en la Facultad de Ciencias de la Información.