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1 Mar 2011Quiero ampliar en esta entrada un párrafo que escribí el último día a propósito del libro El fin de la inocencia, de Stephen Koch:
«Aplicando los conceptos de Eric Berne, el fundador del Análisis Transaccional, podemos decir que Münzenberg, ese genio de la propaganda, era un Niño Adaptado a los deseos y designios de Stalin, que acabó destruyéndolo, como hizo con tantos. Pero mientras llegó ese momento, en 1940, Münzenberg estableció una gigantesca relación angular con miles de personas. Es decir, él sabía qué era lo que quería, pero se lo ocultaba a casi todos. Practicaba pues, la Reserva hasta extremos increíbles y, a la vez, organizaba grandes Puestas en Escena».
Efectivamente, Münzenberg era un Niño Adaptado ante Stalin, pero cuando él apareció muerto o asesinado en circunstancias extrañas en 1940, ya había innumerables Niños Adaptados en Europa y en Estados Unidos. Yo ya sabía que Lilian Hellman era una estalinista convencida, pero nunca me imaginé que su amante, el gran novelista Dashiell Hammett, también lo fuera hasta los extremos que cuenta Koch en las páginas 242-244 y 260-261 de su libro.
Tanto Münzenberg como Hammett y muchos otros no eran sólo Niños Adaptados, que obedecían las órdenes del estalinismo. También eran Niños Rebeldes contra el mundo burgués. Y Niños Naturales (es decir, Libres), pues eran personas muy creativas. Hasta su muerte lo fue Münzenberg, un organizador extraordinario. Por el contrario, Hammett tuvo una época de creatividad fulgurante, pero después de 1933, y hasta 1961, en que murió, no volvió a escribir. Su Niño Adaptado acabó, por así decirlo, con su Niño Natural y Libre. Por eso resulta tan interesante estudiar a los personajes desde el marco del Análisis Transaccional, de Eric Berne.
Además de la Transacción Angular que Münzenberg estableció con todos aquellos a los que manipulaba, y a los que llamaba «inocentes», y que Koch fundamenta con una investigación extraordinaria, una gran parte del libro está dedicada a demostrar que Hitler y Stalin representaban una puesta en escena que era muy distinta de los intereses comunes que los dos tuvieron desde la subida de Hitler al poder hasta la invasión de la Unión Soviética en 1941, con la Operación Barbarroja.
Recordemos que una «transacción doble» es aquella en la que dos o más personajes representan una cosa en el nivel social y ocultan sus intenciones en el nivel psicológico. Por ejemplo, una pareja que está manteniendo relaciones íntimas pueden representar hipócritamente que no se hablan en el trabajo. Hasta que alguien descubre casualmente la verdad.
El caso Sacco-Vanzett, en 1926, fue utilizado por Stalin para que, mientras tanto, la opinión pública mundial no se enterase de las crueldades que él estaba realizando para lograr la colectivización. El incendio del Reichstag en 1934, al mes de subir Hitler al poder, fue aprovechado por Stalin para formar un frente antifascista, que distrajese a la opinión pública mundial de lo que estaba ocurriendo en la Unión Soviética. Münzenberg se cuidó mucho de no culpar a Hitler por el incendio.
Y éste aprovechó el proceso para hacer aparecer a las SA como un cáncer en Alemania. Así, después de la Noche de los Cuchillos Largos, en que Hitler acabó con Ernest Röhm y con las SA, se ganó el respeto del Ejército. Y Stalin le vio como un poder estabilizador y que podría atacar a las potencias occidentales, mientras no le atacase a él. Por eso, Hitler y Stalin firmaron el Pacto Molotov-Ribentrop en 1939 y se repartieron Polonia. Tanto uno como otro también tenían otra transacción doble: Stalin ganaba tiempo para rearmarse, porque sabía que Hitler acabaría atacándole, y Hitler ganaba tiempo para atacar más adelante a Stalin por sorpresa. Uno sabía las intenciones del otro y viceversa.
En una próxima entrada, me ocuparé de los Juegos políticos que el libro de Koch pone al descubierto. Y de nuevo, veremos cómo el Análisis Transaccional resulta muy apropiado para interpretar los hechos históricos importantes y a los personajes que los protagonizan.
Cursar un programa avanzado de educación superior siempre es recomendable para seguir formándose en el sector, por ejemplo, un máster en comunicación o máster en consultoría política.
Felicísimo Valbuena de la Fuente es Licenciado y Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es Catedrático en la Facultad de Ciencias de la Información.
1 Comentario para COMUNICACIÓN POLÍTICA Y ANÁLISIS TRANSACCIONAL
Marcelo
mayo 29th, 2012 at 7:17 pm
Los caprichos de google. Puse en el buscador «hammet» y «stalin» subyugado por el libro de Koch que estoy leyendo y que no agregué en el buscador y me encuentro con su blog. Yo también me sorpendo con la información que allí aparece. Voy por la mitad del libro, el capítulo sobre Estados Unidos y lo acompaño con búsquedas en la red. Tomaré su blog como guía al respecto!