En: Comunicación Política|Comunicación y Análisis Transaccional
7 Mar 2011Ya es la tercera entrada que dedico al libro El fin de la inocencia. Willi Münzenberg y la seducción de los intelectuales, de Stephen Koch. El libro da para varias entradas más. Es una de esas obras que nos hace comprender una época de la Historia.
Ahora me voy a ocupar, en primer lugar, de la transacción angular que Stalin estableció con los dirigentes de la República Española durante la Guerra Civil. Stalin activó, a la vez, dos Estados del Ego, que es lo típico de una transacción angular, según Eric Berne. El dictador soviético aparecía como el Padre Protector, que suministraba armas a la República para que ésta pudiera defenderse contra Franco y que acogía a los «niños de la Guerra». A la vez, sin embargo, y esto era lo que más le importaba a él, no quería que el bando republicano ganara la Guerra, porque entonces podría irritar a Hitler y éste podría reaccionar atacando a la Unión Soviética.
Es decir, Stalin utilizó como un peón de su geopolítica a España. De hecho, todo el trabajo de los servicios secretos soviéticos para estalinizar al Gobierno español estaba dirigido a convertirlo en un medio enteramente fiel a sus intenciones geoestratégicas. Los dirigentes de la República sólo activaron un Estado dekl Ego, el de Niño Adaptado, sobre todo cuando el Doctor Negrín fue nombrado Primer Ministro. Éste es uno de los aspectos más interesantes del libro de Koch.
También podemos interpretar la gran investigación de Koch desde el concpeto de Juego, tal como lo entendía Eric Berne. La Fórmula del Juego es: C + ME = R à C à C à V o P.
Es decir: Cebo más Motivo Egoísta o Flaqueza producen en el Intérprete-Blanco una Respuesta deseada por el Intérprete Principal quien, después, Cambia de proceder y produce Confusión en el Intérprete-Blanco. Finalmente, cada uno recibe sus Ventajas o Pagos.
Willi Münzenberg fue el primer gran maestro de dos clases bastante novedosas de espionaje, de importancia decisiva en el siglo XX y muy útiles para los soviéticos: la operación secreta de propaganda y el «simpatizante» secretamente manipulado.
El Cebo que ofrecía Münzenberg era «crear en el Occidente bien pensante y no comunista el prejuicio político predominante en la época: la creencia de que cualquier opinión que pudiera servir a la Unión Soviética provenía de la esencia de la decencia humana. Quería esparcir la sensación, como una ley de la naturaleza, de que criticar en serio o desafiar la política soviética era prueba inequívoca de ser una mala persona, intolerante y posiblemente inculto, mientras que apoyarla era prueba infalible de poseer un espíritu progresista, comprometido con todo lo que era mejor para la humanidad, sin duda marcado por una sensibilidad refinada y profunda» (Koch, Pág. 31).
Lo que enganchó a mucha gente a ese Cebo lo explica Koch así: «El ansia de una justificación moral para la propia vida es una de las necesidades más profundas, una de las fuerzas más poderosas e intrínsecamente humanas que existen. En sus «clubs de inocentes», Münzengerg proporcionó a dos generaciones de izquierdistas lo que podríamos denominar el foro del bien. Acaso más que nadie en su tiempo, desarrolló lo que podría considerarse la principal ilusión moral del siglo XX: la noción de que en esta época, el principal escenario de la vida moral, el verdadero reino del bien y del mal, era la política» (Koch, Pág. 34).
En cuanto a la Respuesta, Koch dice: «Millones lo aceptaron» (P. 34).
El Cambio o los Cambios los efectuó Stalin: A pesar de las grandes redes de ayuda que se formaron en el mundo para apoyar al bando republicano, Stalin no fue generoso: exigió el pago al contado de las armas con el oro del Banco de Espa a. Y, sobre todo, no quería indisponerse con Hitler.
La prueba es que en 1939, produjo el gran Cambio y la Confusión también en millones de seguidores: El Pacto germano-soviético de no-agresión. Stalin se apoderó de los Estados bálticos y de la mitad de Polonia. Hitler, de la mitad de Polonia. Hubo partidarios de Stalin que se adaptaron a este Cambio, a pesar de la confusión que les producía este timo; hay quienes se rebelaron y su final fue trágico. Entre quienes no se adaptaron estuvo precisamente Münzenberg, que se suicidó o al que asesinaron en 1940, al día siguiente de la ocupación de Francia por Hitler.
El gran ganador de este juego fue Stalin.
El análisis transaccional es un término muy importante en nuestros máster oficial en comunicación o máster en comunicación corporativa. Una de las asignaturas está destinada a analizar este tipo de análisis y la importancia de él en la comunicación.
Felicísimo Valbuena de la Fuente es Licenciado y Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es Catedrático en la Facultad de Ciencias de la Información.
2 Comentarios para COMUNICACIÓN POLÍTICA Y ANÁLISIS TRANSACCIONAL (2)
Álvaro Marchante
marzo 7th, 2011 at 2:00 pm
Parece muy interesante el libro. Trataré de leerlo.
Por cierto, tengo una pregunta que hacerte la próxima vez que coincidamos, que espero sea pronto.
Un saludo,
Álvaro
patricia font
mayo 15th, 2011 at 5:09 pm
Estimado Felicísimo:
Soy la madre de Cristina Belda, una alumna suya, y a través de ella he llegado a estas páginas.
Gracias por la información apasionante que nos proporciona en su blog. Yo soy médico y tengo escasa formación en Ciencias Sociales. Pero creo que la Comunicación Política es necesaria para cualquier función social, incluida la Medicina.
Tras leer sus entradas, nos interesa muchísimo»El fin de la Inocencia». Está descatalogado, pero vamos a recibir un ejemplar de segunda mano.
Un cordial saludo
Patricia Font