El éxito en Internet está determinado por el número de usuarios que acceden a tu contenido, y en este sentido, el boca-oído resulta determinante, ya que cuantos más usuarios lo compartan, más difusión tendrá: el contenido viral es la gallina de los huevos de oro digital.
Y aunque la viralidad parece cosa de magia, un estudio realizado por la empresa BuzzSumo, donde se analizó la actividad social de 100 millones de contenidos en Internet, revela que, como en la magia, también hay trucos que ayudan a que los contenidos sean difundidos.
Crear contenidos largos: aunque por norma general el contenido corto en Internet abunda –es hasta 16 veces superior al de formato extenso-, los contenidos extensos se comparten más número de veces, y existe una relación in crescendo entre su longitud y las acciones que realiza el usuario. Esto se debe a que generalmente a la abundancia de contenidos insulsos y la falta de profundidad y análisis en los mismos, de manera que cuando el usuario se topa con contenido interesante y desarrollado, se sienten motivados por compartirlo. Por tanto, escribir un contenido amplio resulta más eficiente que varios contenidos cortos, ya que además de destacar en un campo con poca competencia, aumentan las probabilidades de que el lector lo comparta. Lo ideal, una pieza superior a 2.000 palabras.
Incluir fotografías en el post: no solo los contenidos textuales son importantes, también los elementos visuales en Internet juegan un papel fundamental a la hora de motivar al usuario a compartir. Según este estudio, los contenidos compartidos que presentaban al menos una fotografía duplicaban el número de los que no tenían elementos gráficos. Este elemento es importante además si tomamos en cuenta que los contenidos han de ser largos, ya que la imagen rompe la estructura de lectura y la dinamiza, además de otorgar atractivo. A la hora de compartir en redes sociales, el patrón se repite, y cuando se agregan metaetiquetas, el número de “me gusta” y compartidos se triplica.
Pero no solo las fotografías son un reclamo para los usuarios. Las infografías y las listas se sitúan en la cúspide de los contenidos compartidos. Dentro de este ranking, el número uno lo ocupan las listas que contienen 10 elementos, ya que, además de estructurar el post, ayuda al usuario a predecir el tiempo y le otorga una predisposición para llegar hasta el final.
Apelar a las emociones: el estudio, que analizó los 10.000 contenidos más compartidos en Internet, reveló que el 25% de los más populares provocaban asombro, el 17% entretenimiento y el 15% risa. Estos datos aparecen avalados por un estudio realizado por The New York Times, donde se puso de manifiesto que la principal razón para compartir un contenido era que al usuario le pareciese útil, seguido de proyectar una propia imagen, nutrir las relaciones interpersonales y difundir temas que causan preocupación. En este sentido, el compartir contenido se convierte en la imagen que se quiere dar de uno, ya que se hace saber al resto de usuarios cuáles son los propios valores y gustos; de ahí el éxito de los cuestionarios personales en las redes sociales que alimentan el ego y hacen visible la identidad.
Por ello, además de generar contenido entretenido y que sea de utilidad, resulta interesante crear opinión o valoración sobre la temática, ya que aunque no todo el mundo predique con nuestra causa, aquellos que lo hagan se convertirán en embajadores de la misma a través de nuestra voz.
Mencionar la fuente informativa: lejos de lo que pueda parecer a priori, los usuarios otorgan importancia a la fuente de la información que comparten, especialmente en redes como Twitter, LinkedIn o Google+, asociadas a un perfil más profesional y que, por tanto, el usuario interpreta como más susceptible de tener impacto en su reputación. Por ello los contenidos más compartidos de estas redes suelen tener asociada una mayor credibilidad de la fuente de la información que en Facebook, donde los receptores suelen ser cercanos al usuario, y el contenido orientado al entretenimiento.
Relaciónate con “influencers”: La figura del influencer tiene cada vez más relevancia en mundo digital gracias a la presencia y prestigio en el ámbito en el que se mueven. Su valor se debe a la actividad que poseen en el ámbito 2.0 y al gran número de seguidores o la importancia de los que poseen en la esfera online, por lo que pueden hacer llegar el mensaje a un elevado número de usuarios. Tal como manifiesta esta investigación, tener un influencer en redes sociales incrementa las acciones sociales de cada contenido en un 31,8%. Lo ideal, por tanto, es incrementar el número de influencers tus filas de seguidores e incluir declaraciones de los mismos a tus informaciones para hacerlos accesibles.
Incide en los contenidos los martes: según este estudio, los martes son el día de la semana con mayor número de acciones sociales por parte de los usuarios en todos los canales, a excepto de Pinterest y LinkedIn, donde se comparte más el lunes.